El balance de víctimas mortales por el terremoto del viernes en el Egeo ha dejado ya 73 muertos en Turquía, según el último balance publicado este domingo por la autoridad para la gestión de desastres del país, a los que se suman otros dos fallecidos en Grecia, en medio de nuevas réplicas y labores de rescate sin descanso.
Bayraklı, Turquía. La esperanza de hallar supervivientes se desvanecía este domingo en el oeste de Turquía dos días después del poderoso terremoto que dejó más de 70 muertos, mientras los socorristas extirpaban cada vez más cadáveres de los escombros.
En Bayrakli, la ciudad turca más golpeada en la región de Esmirna, los equipos de rescate seguían buscando posibles supervivientes entre los escombros de varios edificios derrumbados, según constató un periodista de la Afp.
Prueba de que sus esfuerzos no son vanos, durante la noche un hombre de 70 años fue hallado vivo tras haber pasado 33 horas sepultado bajo las placas de cemento, y fue hospitalizado, según el ministro de Salud.
Pero dos días después del sismo de magnitud 7, según el Instituto Geofísico de Estados Unidos (USGS), y de magnitud 6.6, según las autoridades turcas, se hallaban sobre todo cuerpos sin vida.
Fue tan fuerte que se sintió hasta en Estambul y Atenas. Además, provocó un minitsunami que inundó las calles de Seferihisar, ciudad turca situada cerca del epicentro, y barrió las costas de Samos.
Según la agencia de Gestión de Emergencias y Desastres (AFAD), 17 edificios se derrumbaron en esta ciudad y las búsquedas proseguían en ocho de ellos.
Prueba de que aún mantienen la esperanza, los rescatistas exigían a veces silencio para poder escuchar eventuales llamados de auxilio.
Entretanto, quienes lograron ser rescatados, con los ojos enrojecidos y la mirada vacía, eran abrigados con mantas.
Tanto Turquía como Grecia están situadas en una de las zonas sísmicas más activas del mundo.
En 1999, una sacudida de magnitud 7.4 golpeó el noroeste de Turquía, causando más de 17 mil muertos, un millar de ellos en Estambul.
En Grecia, el último sismo mortal fue en julio de 2017 en la isla de Cos, cerca de Samos, y causó dos fallecidos.
Según el diario Hürriyet, varios expertos señalaron en los últimos años los «riesgos» existentes en dos de los edificios derrumbados en Bayrakli.
Ante esta nueva catástrofe, Turquia y Grecia han puesto de lado sus tensiones diplomáticas y se declararon dispuestos a colaborar y ayudarse mutuamente.