Esta tarde la Cofepris informó que en el Comité de Moléculas Nuevas (CMN), expertas y expertos emitieron una opinión favorable sobre la autorización para uso de emergencia de la vacuna Abdala, con la indicación terapéutica para la inmunización activa para prevenir COVID-19.
«El biológico es elaborado con la proteína recombinante del dominio de unión al receptor del virus SARS-CoV-2», dice el organismo en un comunicado.
Apunta que es la primera vacuna de origen latinoamericano en ser sesionada por el CMN de Cofepris. «La opinión técnica favorable representa un avance en los procesos de aprobación necesarios para el cumplimiento de los requisitos de calidad, seguridad y eficacia, indispensables al considerar un producto».
El siguiente paso consiste en el sometimiento de expedientes por parte de la farmacéutica, los cuales serán dictaminados por personal experto de la Comisión de Autorización Sanitaria (CAS).
En junio pasado BioCubaFarma, el laboratorio que desarrolló Abdala, informó que el biológico tiene una eficacia de más del 92%.
El anuncio llegó dos días después de que las autoridades científicas anunciaran que Soberana 2, el otro candidato vacunal de Cuba que también terminó sus tres fases de ensayos, alcanzó una eficacia del 62% con dos dosis, de las tres que contemplan los inmunizantes desarrollados en la isla.
«La eficacia con tres dosis de Abdala será un suceso que multiplicará el orgullo», tuiteó el presidente Miguel Díaz-Canel, un poco antes de que se diera a conocer la noticia.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) exige una eficacia de al menos 50% para que un candidato sea aceptado como vacuna.
Según la BBC, Cuba tiene una amplia experiencia en el desarrollo de vacunas y por más de tres décadas ha creado gran parte de las inmunizaciones que utiliza para su población.
Al comenzar la pandemia, el gobierno cubano decidió no participar del mecanismo Covax, que busca llevar vacunas aprobadas a las naciones más pobres, sino que optó por desarrollar sus propias dosis.
La única información disponible de Abdala es la que ha ofrecido Cuba.
La inmunización fue desarrollada por científicos del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) y toma su nombre de un poema que escribió en su juventud el escritor y héroe nacional cubano, José Martí.
Cuba ha dicho que tanto para Soberana 02 como para Abdala, se han servido de una tecnología conocida como «vacuna de subunidades» en la que se utilizan proteínas derivadas del virus «conjugadas» a otras proteínas portadoras para desencadenar una respuesta inmunitaria.
En el caso de la primera, unen el antígeno del virus a un toxoide tetánico e hidróxido de aluminio y en la segunda usan un cultivo en células de levadura.