En la pintoresca comunidad de Ahuehuete, ubicada en el municipio de Ocuilán, Estado de México, se ha erigido un impresionante símbolo de devoción y fe: la virgen de Guadalupe más grande del mundo. Con una altura majestuosa de 33 metros y un imponente peso de 110 toneladas, esta escultura ha captado la atención tanto de lugareños como de visitantes de todo el país.
La imponente figura de la Virgen de Guadalupe, cuya construcción ha requerido arduos esfuerzos y dedicación, se alza en lo más alto de una colina, ofreciendo una vista impresionante del paisaje circundante. La monumental estatua ha sido cuidadosamente esculpida y moldeada para capturar cada detalle de la icónica imagen de la Virgen, y su presencia ha convertido al lugar en un punto de referencia para los peregrinos y creyentes que buscan acercarse a su fe y espiritualidad.
El proyecto para construir esta grandiosa representación de la Virgen de Guadalupe ha sido un esfuerzo colectivo que involucró a la comunidad local y a diversos patrocinadores. Su inauguración se llevó a cabo en una emotiva ceremonia que reunió a miles de personas, tanto creyentes como curiosos, que deseaban ser testigos de este hito religioso y cultural.
La gigantesca estatua de la Virgen de Guadalupe se ha convertido en un ícono de identidad y orgullo para los habitantes de Ahuehuete y para todo el Estado de México. Además de su significado religioso, esta impresionante obra de arte también ha impulsado el turismo en la zona, atrayendo a visitantes de diferentes partes del país y del extranjero.
La comunidad de Ahuehuete se enorgullece de ser la custodia de esta virgen de Guadalupe tan especial y espera que su presencia siga irradiando esperanza, fe y unidad entre quienes la visitan.