En México, los pueblos desempeñan un papel crucial como guardianes de las ricas tradiciones culturales del país. Los adultos, en su papel de custodios culturales, se dedican a transmitir a las nuevas generaciones la apreciación por elementos fundamentales como la danza, las máscaras y la herencia cultural.
Christian López Calderón, director de Desarrollo Cultural de Coscomatepec, reconoce los desafíos que enfrentan estas tradiciones en un contexto de creciente influencia de las nuevas tecnologías, la modernidad y la migración. A pesar de estas presiones, se están llevando a cabo esfuerzos significativos para salvaguardar y revitalizar estas expresiones culturales.
Si bien existe una percepción general de que las tradiciones están en peligro, López Calderón destaca que la realidad en los pueblos refuta esta idea. Ejemplifica esto con la vibrante escena en Tonalá, Jalisco, donde multitudes de personas participan activamente en la danza, y los niños esperan ansiosos su turno para unirse a la celebración. Este fenómeno se repite en varios pueblos, desafiando la noción de que las tradiciones están en declive.
López Calderón enfatiza la importancia de preservar y proyectar las diversas manifestaciones culturales, desde los bailes hasta las máscaras y los tejidos que forman parte integral de la identidad mexicana.
A pesar de los desafíos, señala que los niños demuestran un interés activo en participar en las actividades tradicionales, lo que sugiere que la conexión con la herencia cultural sigue siendo fuerte.
No obstante, también reconoce que ciertos pueblos enfrentan dificultades, especialmente aquellos afectados por la migración debido a la escasez de empleo y oportunidades. En algunos casos, esto ha llevado a la reducción de las comparsas a una sola en ciertos lugares, mientras que otros exhiben una notable fortaleza en la preservación de sus tradiciones.