Un deslizamiento en el cerro San Miguel ha dejó a Machu Picchu pueblo sin suministro eléctrico, mientras que el tren hacia las ruinas se fue bloqueado en el kilómetro 117 debido a la obstrucción de la vía. Esta situación interrumpió el acceso desde Aguas Calientes hasta la central hidroeléctrica de la ciudad.
Mientras las autoridades nacionales alertaron que la ciudadela experimenta un hundimiento anual de aproximadamente 15 centímetros, el experto Kyoji Sassa de la Universidad de Kioto advierte que Machu Picchu podría colapsar en cualquier momento. Sassa señala que los terrenos debajo de la estructura se deslizan diariamente.
El aumento del turismo en Cusco, con alrededor de dos millones de visitantes al año, podría estar exacerbando la situación. Miguel Oscco, director de la Oficina Regional de Gestión del Riesgo de Desastres y Seguridad del Gobierno Regional de Cusco, informó sobre tres personas desaparecidas y más de 100 familias afectadas por las fuertes precipitaciones.
El Gobierno Regional de Cusco asegura que los turistas en tránsito están a salvo, pero el deslizamiento ha afectado áreas de cultivo y naturales. A pesar de las advertencias de investigadores como Sassa, el gobierno ha decidido aumentar el aforo en Machu Picchu a 4,500 visitantes, permitiendo incluso 5,600 en fechas específicas.
Las reservas para finales de diciembre están agotadas, generando controversias sobre la venta de boletos y la posibilidad de privatización del sistema de boletaje. Mientras tanto, las autoridades buscan garantizar un turismo sostenible y responsable para conservar el Santuario Histórico de Machu Picchu.