La proteína whey es un subproducto lácteo obtenido durante el proceso de fabricación del queso. Se extrae a partir del suero de la leche, que es la parte líquida que se separa durante la producción de queso. La proteína whey se compone de tres formas principales: concentrado de proteína de suero, aislado de proteína de suero e hidrolizado de proteína de suero.
El concentrado de proteína de suero retiene algunos componentes beneficiosos, como lípidos y carbohidratos, además de proteínas. Por otro lado, el aislado de proteína de suero se somete a un proceso adicional para eliminar la mayoría de los elementos no proteicos, resultando en un producto con un mayor contenido de proteínas. El hidrolizado de proteína de suero implica un proceso de predigestión que descompone las proteínas en fragmentos más pequeños, facilitando su absorción.
La proteína whey es conocida por ser una fuente completa de proteínas, lo que significa que contiene todos los aminoácidos esenciales necesarios para el cuerpo. Esta característica la hace especialmente valiosa para el desarrollo muscular y la recuperación después del ejercicio. Debido a su rápida absorción, es popular en la nutrición deportiva para ayudar a satisfacer las necesidades proteicas y apoyar la síntesis de proteínas musculares.
Además de su uso en la nutrición deportiva, la proteína whey se encuentra en una variedad de productos alimenticios, como batidos, barras de proteínas, suplementos nutricionales y alimentos fortificados. Su versatilidad y perfil nutricional hacen que sea una opción popular para aquellos que buscan aumentar su ingesta de proteínas de alta calidad.