El carismático dominicano ha tenido uno de los mejores inicios de su carrera con su nuevo uniforme
Para algunos todavía es surrealista verle vestido con el uniforme a rayas de New York Yankees. Pero sí, es una realidad. Juan Soto es un Yankee.
El jardinero dominicano llegó a ‘La Gran Manzana’ vía cambio y de inmediato acaparó la atención de todo el mundo del béisbol, pero de manera especial, de todos en Nueva York. La serie de este fin de semana frente a Tampa Bay Rays ha servido para demostrarlo.
De acuerdo a ESPN Stats & Info, Juan Soto se convirtió en el tercer jugador en la historia de la franquicia con 25 imparables y 5 cuadrangulares durante sus primeros 20 partidos con el equipo junto a Gelenallen Hill (2000) y a otro dominicano, Gary Sánchez, quien lo hizo entre 2015 y 2016. De momento, en todos los partidos que Soto se ha ido para la calle, los Yankees ganan.
Además Juan Soto es el segundo jugador del equipo de Nueva York desde 1920 en alcanzar cinco cuadrangulares y veinte carreras remolcadas en sus primeros 20 encuentros con el equipo, uniéndose a Glenallen Hill. Otro dominicano, Alfonso Soriano, también lo hizo en su segunda oportunidad con los Yankees.
Todo eso ha servido para que los fanáticos de New York se enamoren del jugador pero también de la persona. El carisma del nativo de Santo Domingo ha servido para que los fanáticos canten su nombre cada vez que surja la posibilidad en el estadio.
Durante el partido del viernes frente a Tampa Bay Rays se oyeron cánticos prematuros de “MVP” en las gradas del jardín derecho del Yankee Stadium, aquel mismo sector por donde viajó su quinto cuadrangular de la temporada que alcanzó 409 pies.
Pero antes del batazo, en cada ocasión que le era posible, Soto hacía un gesto de reconocimiento a esos fanáticos que se emocionaban al verle jugar. Ya Juan Soto se ganó el cariño de los fans de los Yankees.
Juan Soto está en uno de los mejores inicios de su carrera con el OBP más alto al iniciar una temporada en sus primeros 21 encuentros con .469 y su segundo promedio de bateo .354, solo por detrás del .368 que tuvo en 2020.
Y no solo lo que pasa en la caja de bateo es relevante. También se vio al dominicano en el Madison Square Garden en un juego de playoffs de los Knicks. Soto también fue una sensación allí, donde se le vio compartiendo junto a algunos de sus compañeros.
Todo anda bien por el momento para el dominicano, que posiblemente sea agente libre al finalizar la temporada. Muchos esperan que los Yankees eviten que eso se materialice con una histórica extensión. Ya veremos. Pero de momento, Soto ama a los Yankees y los Yankees aman a Soto.
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