En la comunidad de Tecacahuaco, en el municipio de Atlapexco, Hidalgo, se ha descubierto un nuevo sitio arqueológico que ha capturado el interés tanto de los habitantes locales como del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Este hallazgo, un basamento circular de aproximadamente 3.5 metros de altura, podría corresponder al periodo Posclásico, que abarca del 900 al 1521 d.C.
El hallazgo se produjo cuando los residentes de Tecacahuaco encontraron el basamento, del que emergió una serpiente venadillo, un símbolo que algunos interpretaron como una premonición prehispánica. La estructura, además de su forma circular, cuenta con una escalinata, dos alfardas en los costados, y un paramento en forma de «V», además de restos de un aplanado de barro.
Actualmente, el INAH y el Centro INAH Hidalgo están llevando a cabo estudios adicionales para determinar la edad exacta y las características completas de este vestigio. Según Osvaldo José Sterpone, arqueólogo del instituto, hay indicios de que el basamento podría ser una subestructura de una edificación mayor, que habría tenido un diámetro de 15 metros en su base.
Cerca del nuevo monumento, también se ha registrado la presencia de otro vestigio prehispánico: un juego de pelota de aproximadamente 18 metros, actualmente cubierto de maleza. Aunque aún falta confirmar la antigüedad exacta del sitio, los fragmentos de obsidiana hallados en la superficie sugieren que el lugar podría haber estado en uso durante el periodo Posclásico. Esto implicaría que Tecacahuaco fue un asentamiento bajo el dominio del señorío de Metztitlán, una entidad poderosa en la región de Hidalgo durante esa época.
Este descubrimiento no solo enriquece el conocimiento sobre la historia de la región, sino que también resalta la importancia de la preservación y el estudio de los vestigios arqueológicos para comprender mejor el legado cultural de nuestros ancestros.