
Todo gran imperio gastronómico tiene un comienzo humilde, y la historia de La Casa de Toño no es la excepción, ya que actualmente su fundador se ha convertido en uno de los millonarios más reconocidos del país.
Lo que hoy es una de las cadenas de restaurantes más populares de México comenzó con un pequeño puesto de quesadillas y tacos de guisado en la Ciudad de México. Gracias al esfuerzo, la pasión por la comida y el respaldo de su familia, Antonio Campos logró convertir ese modesto negocio en un referente de la gastronomía mexicana.
Actualmente, La Casa de Toño cuenta con casi 60 sucursales en la CDMX y el Estado de México, atrayendo a miles de comensales con su delicioso pozole y antojitos tradicionales. Pero, ¿cómo logró este negocio familiar consolidarse como una de las cadenas más exitosas del país? Aquí te contamos su inspiradora historia.

La historia de La Casa de Toño se remonta a 1978, cuando Antonio Campos comenzó a vender quesadillas y tacos de guisado preparados por su madre en un pequeño puesto ubicado en la colonia Clavería, en Azcapotzalco. En sus inicios, el negocio fue nombrado Las Dos Poblanas, en honor a su abuela y su nana. Sin embargo, su popularidad creció rápidamente, y su padre le ofreció trasladarse al patio de su casa en la calle Floresta, en la misma colonia.
El negocio continuó expandiéndose, y con ello, también su menú. Fue en este punto cuando Antonio decidió incluir el pozole estilo Jalisco, un platillo que se convertiría en el sello distintivo del restaurante. Los clientes, al referirse al lugar, comenzaron a llamarlo «la casa de Toño», un nombre que pronto se adoptaría de manera oficial.
Fue en 1985 cuando La Casa de Toño dio su gran salto y abrió su primer local formal en Floresta 77. Este fue solo el inicio de un crecimiento imparable. Con una propuesta gastronómica basada en calidad, buen precio y servicio rápido, la cadena logró expandirse hasta convertirse en un referente de la comida mexicana en la capital.
Hoy en día, La Casa de Toño sigue conquistando a los amantes del pozole y los antojitos con su sabor casero y su inconfundible ambiente familiar.