Estas 19 frases de mamá chilanga (mexicana) seguro las escuchaste en tu niñez, o bien, se las dices ahora a tus pequeños.
“A ti que me diste tu vida, tu amor y un chanclazo”, para recordar esos bellos momentos de niñez y nostalgia, de amor y cariño, hacía nuestras madrecitas, te dejamos el compendio de frases de mamá chilanga que seguro te tocó escuchar, si tú las dices ya estás en otro nivel
“Me vas a sacar canas verdes”
Un clásico entre las frases de mamá chilanga que has escuchado desde niño (y si vives con ellos todavía), seguramente nunca le salieron canas verdosas a tu madre, pero seguro un coraje sí la hiciste pasar.
“Y si yo lo encuentro, ¿qué te hago?”
Otra de las que nunca faltan en el repertorio de mamá, por no buscar bien cuántas veces no te tocó el arma castigadora más frecuente en los hogares mexicanos, así es, hablamos de la “chancla voladora”.
“Me tienes con el Jesús en la boca”
Una madre chilanga que se respeta siempre estaba preocupada esperando por sus retoños en el umbral de la casa, que si llegaban a altas horas de la noche (en el mejor de los casos), o que si nunca llegaban. Así son las mámás.
“Te calmas o te calmo”
Cuenta la leyenda que si no hiciste un berrinche en algún parque capitalino no eres chilanguito de la raza fuerte. Cuántas veces no escuchaste una de las frases de mamá chilanga más socorridas, antes de que te “calmaran”.
“Pídele permiso a tu papá”
Este es el clásico “no vas a ir, pero no me quiero ver gacha” -porque todos sabemos quién es la patrona del hogar-, te mandaban a que tu padre solo respondiera “lo que diga tu mamá”, y pues ya sabemos la respuesta.
“Síguele y te voy a regalar con ese señor”
Los más berrinchudos reconocen esta frase de mamá chilanga al instante. Siempre te amedrentaban con darle tu custodia a un desconocido que se ofrecía con una frase (queremos pensar amable) replicando a mamá “Sí, eh, te vas conmigo”. Eran otros tiempos.
“Ya despierta ya son las 8”
Cuando en realidad eran apenas las 6:30 de la mañana, pero así eran las mamás; nunca te permitían llegar tarde al colegio, y mucho menos sin la maqueta o la cartulina bien hecha, bien dibujada. Sí que sí.
“Pues claro, dejan todo tirado, total aquí TIENEN A SU CRIADA”
Con todas sus letras y hasta levantando la voz, porque no faltaba el gandalla que veía a su madre cómo “Esperancita” y le dejaba la pila de trastos, o la casa hecha un cochinero. No hay qué ser, oigan.
“Vas a ver, para que llores con provecho”
Esta era de cuidado. La frase que da paso al correctivo porque ya habías sacado de quicio a tu madre. No estamos de acuerdo con la violencia infantil, pero seguro a muchos por allá de los lejanos 70 y 80, vaya que escucharon esta frase.
“¡Qué te lleves un suéter!”
Madre que predice el clima vale por dos. Estamos seguros que muchas de las frases de mamá chilanga que has escuchado en tu vida incluyen esta en su repertorio. Y sí, siempre sales con suéter de casa.
“Más sabe el diablo por viejo que yo que soy tu madre”
Una más de las máximas de vida en el repertorio de una buena madre, con esta frase te advertían el peligro y la crueldad del mundo, pero quizá nunca querías escuchar. ¿Ya te cayó el veinte?
“No pues cada quién…”
Al escuchar algo de lo que no quería emitir su sabia opinión, pero que genera algo de ruido en su cabeza. Un rumor en el que una madre no quiere intervenir, pero no aprueba.
“Bueno, pero ni es para tanto”
Cuando algo salió no tan bien, y por supuesto, mamá no era culpable. Además, en algunos casos las madres te decían esta frase cuando te raspabas la rodilla o te caías y el golpazo aún retumbaba en tu cuerpo. ¿Ya te acordaste?
“Vas a ver de mí te vas a acordar cuándo ya no esté”
Y sí, muchas veces la inmensa sabiduría que posee una madre no cualquiera. No cualquiera. Esta frase es una constante que puede ir acompañada de algún consejo que quizá en algunos años tú compartas con alguien más y utilices el “bien me lo decía mi madre”.
“Si pues claro, es bien fácil, estar aquí todo el día sin hacer nada”
Típico de las madres que no son valoradas por todas las labores que hacen a diario en el hogar. En estos días de confinamiento seguro ya estás apoyando en levantar la mesa, cocinar y lavar trastes ¿verdad?, ¿verdad?
Te dejamos la rola del día para que la descongeles y se la pongas a tu mamá.
Estracto sacado de la revista Chilango