El frío pega y cala hasta los huesos en poblados ubicados en las faldas del Cofre de Perote.
En estos días, a causa del paso del Frente Frío número 13, el termómetro cayó a menos de 4 grados y con ello habitantes de las comunidades 20 de Noviembre, Los Pescados y El Conejo tienen que recurrir a sus fogones, ropa abrigadora y a bebidas calientes para soportar las heladas.
En comunidades del Cofre de Perote las madrugadas no son tan heladas
Las madrugadas en estos lugares no solo son heladas, sino que ademas duelen y con dificultad permiten conciliar el sueño, manifiestan.
Cuando las heladas son intensas, los habitantes de plano se la pasan encerrados en sus casas, al lado de sus fogones. Afuera, el viento se siente como si cortara la piel y la neblina impide ver, incluso a corta distancia.
Para ellos, los fogones son la mejor alternativa para generar un poco de calor; al tratarse de estufas ecológicas con chimeneas, pueden quedarse encendidas durante todo el día y la noche sin algún riesgo de intoxicación o incendio.
Generalmente durante el atardecer, la neblina se mete a las casas por medio de las rendijas y a causa del frío el aliento se vuelve visible, cada vez que se emite alguna palabra.
Al amanecer, niños y adultos por igual, aunque despiertan con las manos y los pies entumidos, deben continuar con su vida entre el campo.
Aunque de momento el sol se asoma entre las nubes, no es suficiente para sentir un poco de calor, porque el aire frío envuelve todo lo que encuentra a su paso; las manos y la cara llegan a entumirse.
El invierno se acerca y los fríos serán más intensos; por ello, los habitantes se han dedicado a recolectar y almacenar leña en el bosque para tener activos sus fogones.La agricultura también presenta algunas afectaciones a causa de las heladas, principalmente las siembras de maíz.
“Las estufas de leña son nuestro fuerte para pasar el frío, si no nos entumimos”, señala Mónica Durán Armas, vecina de Los Pescados, tras recordar que el pasado 10 de noviembre “bajó mucho la temperatura”.
Esa noche, Mónica se cubrió con tres cobijas, que no fueron suficientes para mantenerla calientita. Durante el día, manifiesta que de plano nadie salió de casa, porque la helada fue muy intensa.
“Los fogones… son específicos para el calor en las casitas, no hay ninguna casa que no tenga y también en ellos calentamos el aguaMónica Durán Armas
A causa de las heladas, los cuidados de los niños y los adultos mayores aumenta, porque se trata de la población más vulnerable a las bajas temperaturas, sostiene.
Además, en casa también procuran estar juntos y disfrutar de bebidas y comidas calientes, todas elaboradas en el fogón, para evitar en la mayor medida posible las bajas temperaturas.
Antes recibíamos apoyo, porque nos traían cobijas y cobertores durante la temporada de fríos, pero tiene más de seis años que dejamos de recibirlosMónica Durán Armas
En el ejido 20 de Noviembre, José Jorge Herrera Pérez, dice que en estos días “ha hecho algo de frío, además de que ha estado lloviendo y cayó nieve en el Cofre de Perote”.
Lo anterior, agrega, provocó que el frío fuera con mucha intensidad en las comunidades situadas de las faldas de esa montaña.
El termómetro cayó a cuatro grados y para tener calor recurrimos al horno de la leñaJosé Jorge Herrera Pérez
Otra estrategia para pasar el frío consiste en tomarse “un cafecito o un atolito” caliente en sus hogares, en compañía de la familia, sostiene. Los fogones son la mejor alternativa para generar un poco de calor; al tratarse de estufas ecológicas con chimeneas / René Corrales/Diario de Xalapa
“Apenas viene lo bueno, porque cuando llegue el invierno se sentirá más el cambio”, dice al referirse al próximo invierno.
Las heladas también causaron daños en cultivos de maiz del ejido 20 de Noviembre, en agravio de unas 100 familias que dependen económicamente de la venta de ese grano, manifiesta.
Durante el recorrido realizado, se pudo comprobar que en casi todas las casas de El Conejo, Los Pescados y 20 de Noviembre hay fogones o estufas ecológicas. Incluso, de las chimeneas no deja de salir humo, lo que representa que los fogones se encuentran activos para dar calor a los habitantes.
María García Campos dejó entrar a su casa para compartir el calor de su fogón y con ello evitar, en cierta medida, el frío congelante que se sentía en la intemperie. La estufa es de acero y el depósito de leña cuenta con una portezuela que sella a la perfección en horno para evitar fugas de humo o monóxido de carbono.
El fogón lo hemos usado durante toda la vida y sirve mucho para pasar los fríos, con calorcitoMaría García Campos
Según ella, las estufas las compran en tres mil pesos cada una y tienen una vida útil de más de cinco años. Al estar en la habitación en donde se encuentra el fogón, la temperatura corporal comenzó a recuperarse lentamente hasta disfrutar de una sensación térmica agradable.
Mientras tanto, afuera el aire se sentía helado, cobijado por la neblina. El fogón también reduce los gastos del hogar, porque disminuye el consumo de gas utilizado para la preparación de alimentos.



