La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) advirtió al gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo que, si no les resuelven pronto sus demandas, podrían radicalizar sus movilizaciones para impedir el desarrollo de la Copa Mundial de futbol 2026 en sus sedes: Monterrey, Guadalajara y la Ciudad de México.
Tras instalar su plantón afuera de la Cámara de Diputados, sus dirigentes emplazaron a la mandataria federal a establecer, “a más tardar mañana”, una fecha para tener un encuentro con ella.
Además, los líderes del magisterio disidente rechazaron las declaraciones de la presidenta Sheinbaum Pardo en su conferencia matutina de este jueves:
“Queremos recordar que la CNTE tiene 46 años de lucha y que no somos nuevos en esta lucha, y que rechazamos desde luego los señalamientos que se nos hacen desde Palacio Nacional al mencionar que incluso podemos ser de la derecha”.
Los representantes de la Coordinadora informaron que tras el paro nacional de 48 horas que comenzaron este jueves, el próximo sábado 22 de noviembre tendrán su asamblea nacional representativa, donde se decidirá si hacen otro paro de 72 horas, uno indefinido o si ya definen acciones de boicot del evento de la FIFA.
“¡Si no hay solución, no habrá Mundial!”, “¡Si no hay solución, no rodarás tu balón!”, gritaron los profesores disidentes afuera del palacio de San Lázaro.
Los líderes de la movilización emitieron un posicionamiento en el que aseguraron que es la falta de acuerdos y no “los ideales políticos”, los que motivaron a la disidencia magisterial a regresar a las calles con sus protestas, despúes de las tres semanas que instalaron un plantón en el Zócalo capitalino, entre mayo y junio pasado.
También reiteraron la exigencia del cumplimiento de sus derechos. “Dejamos claro que regresaríamos por el reconocimiento de nuestros derechos laborales y sindicales y aquí estamos”.
Y después de que esta mañana la presidenta Sheinbaum Pardo sugirió que su paro coincide con el anuncio de lo que ella llamó “la marcha de la derecha”, programada para el sábado 15 de noviembre en la CDMX -en referencia a la convocada por la Generación Z-, la CNTE se deslindó de todo tipo de expresiones de derecha.
«No somos nuevos en esto, ni actuamos para beneficiar intereses oportunistas”, insistieron.
Los dirigentes también respondieron a la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, quien el pasado martes 11 recordó que la autoridad ha ofrecido el diálogo a los profesores. Calificaron que esas mesas eran “dilatorias” y no representaban soluciones reales.
Luego, reiteraron sus exigencias centrales: abrogación de la Ley del ISSSTE 2017, cancelación total de la reforma educativa “Peña-Andrés”, reinstalación de la Mesa Central entre la CNTE y Presidencia, y resolución de las mesas tripartitas en los estados.
De paso, solicitaron que la Secretaría de Educación Pública (SEP) no tome represalias contra los maestros que se manifiestan, y que la dependencia que dirige Mario Delgado les devuelva los descuentos que les aplicaron tras el paro que protagonizaron en mayo y junio pasados.
En su posicionamiento, también criticaron que en el Presupuesto de Egresos aprobado para 2026, no se llega al 8% que recomienda la UNESCO.



