El vocero de la Arquidiócesis de Xalapa, José Manuel Suazo Reyes, definió que cada obispo se debe hacer responsable de los eventos religiosos que lleva a cabo, ello tras las críticas que se hicieran al obispo de Córdoba, Eduardo Carmona Ortega, por la misa celebrada de manera masiva el fin de semana pasado.
«Cada obispo es responsable de su Diócesis y de las determinaciones que se toman en su Diócesis. Nosotros no podemos hacernos responsables de las decisiones que se toman en otra región como es el caso de Córdoba, nosotros respondemos por Xalapa», indicó.
Hay que recordar que este fin de semana se celebró la boda de la sobrina de la exdiputada local, Paulina Muguira y del exalcalde Juan Lavín, en la Catedral de La Inmaculada, a la que asistieron cientos de personas y a las que se les vio sin cubrebocas en las fotografías que circularon en redes sociales.
Al respecto, Suazo Reyes recordó que cada obispo tiene autonomía, tiene autoridad para las decisiones que se toman en su iglesia.
El Vocero dijo que desconocía en qué condiciones se había llevado a cabo la eucaristía, aunque sí vio algunas imágenes.
«Lo que puedo decir es lo que hacemos aquí en Xalapa, de Córdoba no tendría ninguna opinión. Aquí estamos cuidando la sana distancia, que no haya estás multitudes, porque esto expone la salud de las personas», enfatizó.
Resaltó que en la Diócesis de Xalapa se cuida el aforo a las iglesias, para que este sea del 30 por ciento, situación que también respetan los feligreses.
Suazo Reyes recalcó que en la Diócesis de Xalapa desde el comienzo de la pandemia, en el mes de marzo, la Arquidiócesis ha sido muy responsable y ha estado colaborando con las autoridades de salud.
Por lo tanto, se ha invitado a los fieles a resguardarse en sus hogares, a no exponerse, se han evitado las reuniones masivas, cursos, han acatado las indicaciones en todo momento.
Asimismo, el Vocero de la Arquidiócesis manifestó que están alerta por si el semáforo epidemiológico cambia a rojo, pero por el momento seguirán con las iglesias abiertas, aunque la participación de los feligreses sea menor.