Un narcotraficante envió un mensaje de texto a otro diciéndole que tenía un “trabajito” y una forma segura de hacerlo: dos kilos de cocaína de Bogotá vía valija diplomática de la embajada de Francia.
Ambos se expresaron sin rodeos porque usaban un modo de comunicación nuevo y seguro: un celular de mensajería altamente encriptada llamado ANOM.“Ya han recibido algunos paquetes”, le aseguró Baris Tukel al comprador, Shane Geoffrey May, según documentos judiciales estadounidenses. Como prueba, envió por mensaje de texto imágenes de una bolsa etiquetada “Valise Diplomatique Francaise” y fotos de paquetes de droga bien envueltos.
Ninguno de los dos tenía idea de que ANOM había sido producido y distribuido por el Buró Federal de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos, y que todos sus mensajes se estaban copiando directamente en uno de los servidores del FBI.
Como ellos, otros en el crimen organizado, con la misma sensación de seguridad, discutieron a través de ANOM precios y detalles de envíos. El FBI captó y descifró, con la ayuda de 80 lingüistas, y 100 agentes y analistas, 27 millones de mensajes, exponiendo a las redes criminales como nunca se había hecho.
El Departamento estadounidense de Justicia dijo ayer que la “asombrosa” cantidad de datos obtenidos por la Operación Escudo Troyano permitió más de 800 arrestos. Además, fueron desmantelados unos 50 laboratorios clandestinos de drogas, incautadas toneladas de cocaína, drogas sintéticas, cannabis, vehículos de lujo, millones de dólares, criptomonedas, y desbaratados planes de 100 potenciales asesinatos.
Un experto en tecnología, ligado al narco, pactó con el FBI para crear ANOM a cambio de una reducción de condena y el pago de 170 mil dólares. Al sistema se le agregó una clave maestra digital que sólo el FBI podría usar, y ANOM permitiría copiar todos los mensajes de un usuario a un servidor controlado por el FBI. El experto contaba con una red de distribuidores confiables de productos anteriores y les ofreció ANOM.
El dispositivo llegó al mercado en octubre de 2018 y los distribuidores vendieron inicialmente unos 50 en Australia, para una “prueba” en la que el FBI trabajó con la policía de ese país. Para 2019, los dispositivos ANOM estaban en todo el mundo, utilizados más que nada en Alemania, España, Holanda, Australia y Serbia, principalmente por narcotraficantes y lavadores de dinero.
Según el FBI, más de 300 organizaciones criminales transnacionales usaban ANOM. Aunque surgió competencia, como Sky Global, cuando ésta fue cerrada, los usuarios activos de ANOM aumentaron de 3 mil a 9 mil, dijo el FBI.