Pasaron 365 días desde que Debanhi Escobar, de 18 años, fue localizada muerta en una cisterna de un motel en la población mexicana de Escobedo, Nuevo León, en el norte de México.
Sus padres, Mario Escobar y Dolores Bazaldúa, lamentan que las indagatorias avancen con lentitud y sin culpables tras las rejas.
“Parece que fue ayer que salió de la casa y todavía no lo asimilamos. No hemos tenido un duelo porque no se ha encontrado a los presuntos responsables, sentimos que nuestra hija no está descansando en paz porque no ha habido justicia”, dijo a CNN el padre de Debanhi Escobar.
Aunque las autoridades no han concluido la investigación, Escobar dice que su hija murió de una manera que no le desea a nadie: “Violentada, privada de su libertad, sofocada y por más de dos personas”.
Agrega que estos indicios se han obtenido de las dos autopsias y tres necropsias practicadas a la joven, una de ellas pagada por la familia y otra practicada tras exhumar sus restos que descansan en el panteón de Laguna de Labradores, una comunidad del municipio de Galena, en Nuevo León.
La localización sin vida de Escobar -el 21 de abril de 2022- tras 13 días de reportarse desaparecida indignó a los mexicanos y acaparó en ese entonces la atención de los medios de comunicación.
El caso se convirtió en un símbolo de la violencia contra las mujeres en México, donde el año pasado se cometieron 952 feminicidios, según cifras oficiales.
La Fiscalía General de Justicia de Nuevo León comenzó en ese momento la investigación del caso. Tras varias inconsistencias y omisiones en los procedimientos que reconoció el fiscal de turno, Gustavo Adolfo Guerrero, y la destitución de dos funcionarios, la Fiscalía General de México siguió con las indagatorias.
“Todos los meses hemos traído sentimientos, emociones encontradas, a veces de coraje, de impotencia, tristeza porque como no se ha dado agilidad al caso y pues se siente una impotencia enorme pues a quién reclamarle, pedimos, pedimos y no hay nada”, dijo Dolores Bazalduá a CNN.
Los padres de la joven víctima dicen que el esclarecimiento de su muerte es una encomienda que se ha convertido en su razón para seguir adelante.
“Seguimos en el tenor de buscar esa justicia, de encontrar la verdad para que nuestra hija pueda descansar y nosotros tener alguna paz. Amamos a nuestra hija cuando la tuvimos en vida, la seguimos amando después de 365 días que no la tenemos y la vamos a seguir amando hasta volver a estar junto con ella”, agregó el padre de Escobar.
Visiblemente afectados, con ojos llorosos, aunque enteros, la pareja dice que ha sido un año lleno de tristeza. La joven era su única hija.
“Ha sido un año de soledad, un año de silencio en nuestra casa porque nuestra hija era todo para nosotros. Era la alegría de nuestra casa”, enfatiza Bazaldúa.
¿Qué pasó con la investigación?
La noche del viernes 8 de abril de 2022, Debanhi Susana Escobar Bazaldúa desapareció tras asistir a una fiesta y luego de descender de un servicio de transporte privado en la carretera de Nuevo Laredo, de acuerdo con la Fiscalía General de Nuevo León.
El chofer del automóvil les dijo a las autoridades que la joven abandonó su vehículo pasadas las 4 de la madrugada del sábado.
Padres, familiares, amigos y colectivos iniciaron la búsqueda de la joven y el 15 de abril la Comisión Nacional de Búsqueda de Nuevo León ofreció una recompensa equivalente a poco más de US$ 5.000 a quien aportara información que ayudara a localizarla.
EL 21 de abril, la Fiscalía estatal reportó que habían localizado el cuerpo de una mujer en una cisterna de agua abandonada de un motel y a escasa distancia de donde Debanhi Escobar fue vista por última vez. Al día siguiente se confirmó que se trataba de la joven que era buscada.
Durante los funerales de la víctima, su padre afirmó que a Escobar la asesinaron y anunció que la familia iba a contratar a un perito independiente.
Las autoridades investigaron el caso bajo el protocolo de feminicidio y afirmaron que la joven murió con una contusión profunda de cráneo. Días después mostraron videos de la noche en que Debanhi Escobar abandonó el vehículo en el que viajaba.
Tres meses después, una segunda autopsia practicada por el Instituto de Servicios Periciales y Ciencias Forenses del Poder Judicial de la Ciudad de México determinó que Escobar murió de asfixia por sofocación y no encontraron pruebas para sostener que sufrió agresión sexual.
El Gobierno de México anunció en agosto que la Fiscalía General se encargaría del caso. Hasta ahora no ha comentado cómo va la investigación.