Ejidatarios mantienen bloqueo en Chichén Itzá, la zona arqueológica mueve la economía turística a de la zona y al momento las pérdidas ascienden a 34 millones de pesos, aunque podrían ser del doble.
El plantón permanente sobre la carretera federal libre 180 que comunica a Cancún con Mérida sigue como cuando inició el lunes de la semana pasada.
Se estima que al día 7 mil personas visitan las pirámides; la entrada cuesta 550 peros, pero además hay afectaciones en el sector transporte, las agencias de viajes, venta de artesanías, venta de alimentos y bebidas, entre otros.
El movimiento de pobladores de las comisarías de Pisté, Xcalacoop y San Felipe Nuevo, del municipio de Tinum, comenzó a sumar a otros grupos campesinos del oriente de Yucatán a los días de bloqueo en los caminos de acceso a la zona arqueológica de Chichén Itzá.
Los líderes de ejidatarios, artesanos, comerciantes, trabajadores independientes y guías de turistas, piden la salida del director de la zona arqueológica de Chichén Itzá, Marco Antonio Santos Ramírez.
Las barricadas se encuentran a las afueras de los poblados de Pisté e Xcalacoop, para impedir la llegada de turistas al sitio patrimonial en cualquiera de los dos sentidos de la carretera.
Los inconformes advirtieron que 165 presidentes ejidales de todo el oriente de Yucatán estarían dispuestos a sumarse a la lucha, bloqueando además la carretera de cuota Mérida-Cancún y el tramo 4 del Tren Maya.
Acusan al director de supuestamente querer cobrar cuotas a los guías para ingresar a Chichen Itzá; prohibir que se hable en maya en la zona arqueológica; y permitir que turistas suban e ingresen a las pirámides por entre 2 mil 800 y 5 mil pesos e, incluso, la realización de rituales esotéricos en horarios prohibidos.