El monasterio ubicado en 18 Poniente, número 103, en Centro Histórico de Puebla, esconde muchos secretos, pues a pesar de tener una increíble belleza arquitectónica, es también muy lúgubre.
Este sitio fue creado como refugio para las esposas de los españoles. Sin embargo, en 1609 Úrsula de la Vega lo convirtió en un reformatorio de conductas femeninas, donde las mujeres permanecían encerradas de forma voluntaria u obligadas, pero se infligían sufrimiento como modo de sacrificio y amor hacia Dios.
El Centro Histórico de Puebla alberga varios recintos con un pasado y presente dignos de reconocer. Uno de estos casos es el del Ex Convento, un espacio con una gran historia que hoy en día alberga una de las mayores colecciones de arte sacro en todo México.
El Ex Convento de Santa Mónica es el primer museo en México dedicado a la vida religiosa femenina. Posee un arte religioso único que va de los siglos XVI al XIX. Cuenta con obras de grandes autores virreinales como Juan Correa, Pascual Pérez, Juan Villalobos, José Patricio Polo, Luis Berruco, Miguel Jerónimo de Zenderas, Juan Tinoco, entre otros.
Su historia comenzó en el siglo XVII, cuando se construyó por iniciativa de los sacerdotes Don Julián López y Francisco Reinoso. Se creó como un refugio para las esposas de los españoles que se quedaban solas. Se construyó con una pequeña iglesia en honor a Santa Mónica y se fundó el 24 de mayo de 1686 por Manuel Fernández. Durante un siglo fue de los conventos de mayor importancia en el país.
Su estilo barroco poblano resalta en las fachadas del Patio de Profesas gracias a la presencia de la Talavera. Además, en su arquitectura posee otros estilos como el neoclásico. Hasta el año de 1934, este edificio funcionó como un convento femenino. Se dice que un detective, de nombre Valente Quintana, dio a conocer la existencia de monjas enclaustradas, las cuales violaban las leyes de exclaustración de aquel entonces.
En 1935 el Ex Convento de Santa Mónica se convirtió en un museo y en 1940 se incorporó al Instituto Nacional de Antropología e Historia. Posee dos patios, de las Profesas y Novicias, además de 23 salas de exposición permanente dedicadas a la vida conventual y al arte sacro.
El museo de arte religiosos tiene acervo proveniente de otros conventos femeninos, como el de Santa Rosa. Resguarda pinturas, objetos religiosos, documentos, esculturas, textiles y bordados elaborados por religiosas. También hay una gran variedad de recetas de cocina, como la de los chiles en nogada que se dice fueron creados en el ex convento por las monjas agustinas.