Ramiro Mandujano
El síndrome Fernweh es una sensación de vacío y ansiedad que se produce por querer viajar y no poder hacerlo.
Y en diciembre los síntomas se presentarán entre muchas personas, quienes no saldrán de casa en Navidad y fin de año.
Es una nostalgia por lugares lejanos, de extrañar un lugar al que nunca fuiste.
Es una atracción inexplicable a lo desconocido, la añoranza de lugares lejanos y también la melancolía por quedarte en casa.
Es quedarse con las ganas de conocer el mundo y de vivir aventuras.
La diferencia entre el gusto por viajar y el “fernweh” es que la última conlleva, además, nostalgia por algo que no se tiene y muchas veces ni se conoce.
Es llegar a un punto donde el propio hogar se vuelve sofocante y emerge con fuerza ampliar nuestro horizonte, salir, explorar.
Esto es la necesidad de visitar nuevas culturas y vivir experiencias cada vez más intensas pero no poderlo hacer.
Viene de fern, traducido por lejos, en la distancia, y weh, doloroso y que, aunque intraducible, vendría a significar nostalgia o añoranza por viajar.
Este término fue acuñado por el gran viajero Alejandro Von Humboldt, padre de la geografía moderna, y él lo define como casi un trastorno por viajar, una atracción irresistible por lo desconocido, por descubrir, sentir nostalgia por lugares lejanos y melancolía de quedarse en un solo lugar.