Enclavado majestuosamente en la frontera entre los estados de Puebla y Veracruz, el Pico de Orizaba, también conocido como Citlaltépetl, se yergue como el punto más alto de México y la tercera montaña más alta de América del Norte. Este coloso de la naturaleza no solo es una maravilla geográfica, sino también un tesoro para los amantes del turismo de montaña y la aventura.
Se espera un aumento en el número de visitas al Pico de Orizaba, por la cercanía de la temporada invernal. Manuel Álvarez Sánchez, investigador cultural, señaló que la zona de alta montaña es muy visitada durante esta época pero sobre todo el Citlaltépetl.
“Coscomatepec es uno de los principales accesos al Pico de Orizaba y esa naturaleza de la montaña es muy visitada”.
La región que rodea el Pico de Orizaba es rica en biodiversidad y cultura. Los poblados cercanos, como Tlachichuca y Ciudad Serdán, ofrecen una auténtica experiencia mexicana, con sus coloridos mercados, arquitectura colonial y hospitalidad local.
“Hay una afluencia importante en la temporada decembrina y muchos van a ruta de jeeps, ciclismo de montaña, carreras, disfrutar del ecoturismo”.
Con una altitud de 5 mil 636 metros sobre el nivel del mar, el Pico de Orizaba ofrece una experiencia única para alpinistas y excursionistas intrépidos. Su ascenso desafía los límites físicos y lleva a los aventureros a través de diversos paisajes, desde bosques alpinos hasta campos de nieve.