El 8 de marzo marca un día de celebración, reflexión y acción en todo el mundo: el Día Internacional de la Mujer. Esta fecha conmemora la lucha histórica de las mujeres por la igualdad de género, los derechos humanos y la justicia social. Es un momento para honrar los logros alcanzados, reconocer los desafíos que aún se enfrentan para renovar los compromiso con la igualdad de género en todas sus formas.
Desde hace más de un siglo, el 8 de marzo ha sido un punto de encuentro para mujeres de diferentes culturas, países y contextos socioeconómicos que se unen para alzar sus voces y demandar un mundo más justo e inclusivo. Es un día para recordar a las valientes mujeres que han liderado movimientos de cambio, desafiado normas injustas y contribuido a construir un futuro más equitativo para todas las personas.
En este día, se celebran los logros significativos en el avance de los derechos de las mujeres, como el derecho al voto, la igualdad de acceso a la educación y oportunidades laborales, y la lucha contra la violencia de género. Se reconoce el papel fundamental de las mujeres en todas las esferas de la sociedad, desde la política y la economía hasta la ciencia, la cultura y más allá.
Sin embargo, también debemos ser conscientes de los desafíos persistentes que enfrentan las mujeres en todo el mundo. La desigualdad de género, la discriminación, la violencia y el acoso siguen siendo realidades para millones de mujeres y niñas en todas partes. La brecha salarial, la falta de representación en puestos de liderazgo y la negación de derechos reproductivos son solo algunas de las muchas formas en que persiste la injusticia de género.
En este día, renovemos nuestro compromiso de trabajar juntos para construir un mundo donde todas las mujeres y niñas puedan vivir libres de discriminación y violencia, donde sus voces sean escuchadas y valoradas, y donde tengan igualdad de oportunidades para alcanzar su máximo potencial.