En medio de una valla humana de personal médico y enfermería, Juan Pablo fue despedido entre aplausos y reconocimiento porque su familia había decidido donar sus órganos para pacientes de distintos hospitales en el país, luego de presentar edema cerebral severo que lo llevó a la muerte, producto de un asalto a mano armada.
El ambiente se volvió lúgubre cuando una médica leyó la carta que escribió la madre de la víctima para despedirlo en el IMSS de Cuernavaca y permitir la primera procuración multiorgánica.
“Amigos, mi hijo es grande, mi hijo sigue dando amor y quiero gritarlo. Me lo arrebataron con una bala, pero ni así destruyeron el hermoso espíritu de mi bebé”.
El texto daba cuenta del homicidio del joven de 24 años, estudiante de aviación, quien la noche del domingo detuvo su auto, un Mazda color negro, en el estacionamiento de una tienda de conveniencia, en el municipio de Temixco.
En ese lugar un hombre con pistola en mano pretendió despojarlo de sus pertenencias, pero Pablo se resistió, forcejeó con el delincuente para arrebatarle el arma, pero recibió un disparo en el abdomen.
“Amigos, el día de hoy, el mayor de mis hijos, un ser maravilloso que me dió solamente amor y motivos de orgullo, está dando vida a más personas… dando oportunidad de que otros cumplan sus sueños y logren metas. Mi hijo ya no podrá cumplir sus sueños, pero gracias a él, otros tendrán salud”, leyó la enfermera frente al cuerpo de Juan Pablo cuyo destino era la sala de cirugías.
La versión que difundió la Policía Morelos sobre el crimen de Juan Pablo fue que el delincuente le pidió sus pertenencias y también las llaves del auto, y luego de asesinarlo huyó hacia la autopista México-Cuernavaca, distante unos 15 metros de la tienda de conveniencia en ese municipio, gobernado por Morena, y con creciente índices delictivos.
El IMSS Morelos informó que los órganos del joven beneficiarán a 106 personas que estaban en espera de un órgano y tejido. Para esta ocasión se logró la procuración de corazón, hígado, dos riñones y dos córneas, así como piel y tejido músculo esquelético.
El corazón fue trasladado a la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) Hospital General y el hígado al Hospital de Especialidades, ambos del Centro Médico Nacional “La Raza».
Asímismo, los riñones y corneas se enviaron a la UMAE Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI del IMSS, mientras que el tejido músculo esquelético y la piel, serán procesado en el Banco de Tejidos del Estado de México, beneficiando a más de un centenar de personas.
Todo eso lo sabían con antelación enfermeras y médicos y por eso la emotiva despedida en el IMSS Morelos con una valla humana. Una médica pasante de servicio social concluyó el mensaje escrito por la madre del joven.
“Hoy mi hijo está renaciendo en más seres humanos. Mi hijo es tan grande que, aunque ya no esté conmigo sigue y seguirá haciendo cosas grandes. Su hermoso corazón está literalmente volviendo a latir con fuerza en alguna persona que necesitaba uno, sus pulmones, sus riñones, sus córneas, su hígado, su intestino, su piel, sus músculos; todo lo que la ciencia permite hoy volver a utilizar en otro ser humano está siendo trasplantado en infinidad de lugares en este país”.