La cuidadosa planificación del arquitecto Elmer Gutierrez para Una Casa en la montaña de Trujillo, Perú, destaca por la integración de materiales naturales y la conexión armoniosa con el entorno. Dividida en sectores privados y sociales, la vivienda prioriza la funcionalidad, con espacios estratégicamente orientados para aprovechar la iluminación natural. La propiedad presenta un equilibrio entre la piedra artesanal local y elementos modernos, creando una atmósfera cálida y acogedora. Además, las estrategias climáticas pasivas, como la absorción y liberación de calor, demuestran un enfoque sostenible.
Es un refugio que invita a conectar con la naturaleza mientras se disfrutan las comodidades de una arquitectura bien pensada.
La construcción de esta vivienda se destaca por la simplicidad de sus espacios, así como el uso de distintos materiales que evocan la naturalidad de la zona. En primera instancia, la vivienda cuenta con un volumen gris apoyado en el suelo, girado y orientado al noroeste, interceptado en piedra que parece elevarse sobre el terreno. A su vez, las aberturas de cada volumen se orientan y dimensionan estratégicamente para beneficiar la conexión con el entorno natural y, a su vez, llenar de iluminación los espacios, para crear una atmósfera cálida y acogedora dentro de la edificación.
La construcción de esta propiedad se divide en dos partes: la privada y la social.
Es un espacio ideal para apreciar la naturaleza y disfrutar de sus amenidades.