La ciudad de Veracruz está experimentando una transformación sin precedentes. Lo que antes era un paisaje dominado por casas y residencias horizontales, ahora se ve reemplazado por imponentes edificios que redefinen el horizonte urbano.
Sergio Lavalle Garcés, presidente de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI) sección Veracruz, dijo que el cambio es visible en áreas clave como el bulevar Manuel Ávila Camacho, el Fraccionamiento Reforma e incluso en la Riviera Veracruzana, donde las torres residenciales no solo se han multiplicado, sino que continúan en expansión.
“El cambio también es porque en Boca del Río ya no hay manera de construir vivienda horizontal, las ciudades con gran demanda viven esta transformación, que también se da por los estilos de vida. También optan por estas viviendas por la cercanía a servicios esenciales y áreas comerciales”.
Vivir en un departamento en pleno corazón de la ciudad podría ser más atractivo que habitar en colonias de la zona norte o de la periferia. Ahora que se desarrolla el proyecto de revitalización con la introducción de un colector más amplio y posteriormente con infraestructura, se espera que el centro histórico se reactive.
“Ahora podemos ver que comienzan a crecer los edificios que combinan residencias, oficinas y comercios en un mismo espacio. Esta tendencia de desarrollo mixto responde a una demanda creciente por espacios que integren diferentes facetas de la vida urbana en un solo lugar. Veracruz se está reconvirtiendo, y lo hace con una visión hacia el futuro”.
En el Fraccionamiento Reforma, el panorama es similar. Tradicionalmente una zona residencial de casas unifamiliares, ahora tiene proyectos de condominios y torres de apartamentos que ofrecen amenidades modernas. Los desarrolladores inmobiliarios han captado la necesidad de adaptarse a las nuevas preferencias de los compradores.
La Riviera Veracruzana, conocida por sus vistas al mar y su ambiente tranquilo, también ha entrado en esta ola de urbanización vertical. Nuevas edificaciones se levantan a lo largo de la costa, ofreciendo a los residentes el lujo de vivir en altura con vistas espectaculares del Golfo de México. Estas construcciones no solo atienden a una demanda local, sino que también atraen a inversionistas y compradores de otras partes del país, que ven en Veracruz una oportunidad de adquirir propiedades en un entorno privilegiado.
Este cambio urbano trae consigo varios beneficios. La concentración de viviendas verticales en zonas céntricas ayuda a reducir la expansión urbana descontrolada y sus efectos negativos en el medio ambiente. Además, promueve una comunidad más cohesionada y accesible, donde los residentes pueden disfrutar de una mejor calidad de vida sin la necesidad de largos desplazamientos diarios.
Sin embargo, esta transformación también plantea retos significativos. La infraestructura urbana debe adaptarse para soportar la densificación poblacional, y es crucial que el desarrollo sea sostenible y respetuoso con el medio ambiente.