El misterioso encanto de Orizaba se revela en la fascinante historia que rodea a la Piedra del Gigante, una monumental reliquia que descansa en el cementerio municipal. Con 8 metros de longitud y un peso imponente de 60 toneladas, esta pieza arqueológica es custodiada por un barandal elevado, permitiendo a los visitantes contemplarla en todo su esplendor.
La intrigante superficie de la Piedra del Gigante revela un grabado enigmático de un hombre de estatura extraordinaria, aproximadamente 5 metros, de ahí su evocativo nombre. Acompañando a este coloso, se encuentran los símbolos de un conejo y un pez, junto con círculos que simbolizan el año 10 y el día 2, sumergiendo a la piedra en un halo de misterio.
Los registros sugieren que esta piedra ancestral data de los años 1300-1400 después de Cristo, vinculándola con la última erupción del Pico de Orizaba. Sin embargo, es la leyenda de intrépidos jóvenes que se aventuraron con la esperanza de descubrir un tesoro oculto debajo de la piedra la que agrega un toque sobrenatural a su historia.
Armados con linternas y herramientas pesadas, el grupo desafió las advertencias al intentar mover la piedra. Pronto, una misteriosa voz y latidos perceptibles desafiaron su determinación, pero lo atribuyeron a un temblor. Ignorando las «señales», la verdadera sorpresa llegó cuando oyeron sus nombres llamados por familiares fallecidos, provocando una huida aterrada y dejando atrás herramientas destrozadas al día siguiente. La Piedra del Gigante, testigo de leyendas y enigmas, sigue siendo un punto focal de misterio en el cautivador pueblo mágico de Orizaba.