El Zoológico de Schönbrunn (Viena), abierto desde 1752, anunció este martes el fallecimiento de su habitante más longevo, una tortuga gigante de Seychelles llamada Schurli, que vivía en este parque desde el año 1953.
“Muchos visitantes del zoo la conocían desde el primer día. No se sabe con exactitud su edad, pero probablemente rondaba los 130 años”, explicó el zoólogo Anton Weissenbacher en un comunicado.
La tortuga, de carácter testarudo y con gusto especial por los pepinos jugosos y las hojas secas, falleció rodeada de su “familia”, el resto de tortugas de su terrario, luego de haberse ido deteriorando físicamente en las últimas semanas.
Tras su muerte, el habitante más antiguo del centro pasa a ser Menschik, otra tortuga que llegó a Viena poco después que Schurli y cuyos cuidadores estiman que es un poco más joven que su antigua compañera.
Esta semana, Schönbrunn también notificó el fallecimiento inesperado de otro animal, la elefanta Kibali, de casi dos años de edad, que se despertó un día más apagada de lo normal y acabó desplomándose frente a sus cuidadores tras sufrir una insuficiencia cardíaca aguda.
“La semana que viene habríamos celebrado el segundo cumpleaños de Kibali. Y ahora llega este golpe del destino. No podemos creer que se haya ido”, lamentó la portavoz de la empresa Johanna Bukovsky.