Repuntaron los micro negocios y en lugar de locales comerciales se ocupan las viviendas para realizar la producción.
Algunas pymes ya se inscribieron ante el Servicio de Administración Tributaria y se espera que continúen formalizándose ya que son encabezadas por mujeres.
Los negocios que aumentaron son de alimentos, repostería, tiendas de ropa, entre otros. Aunque iniciaron en la informalidad muchos negocios comienzan a regularizarse.
Es decir, durante la pandemia hubo muchas personas que pasaron de la formalidad a la informalidad, a veces el jefe de familia era quien mantenía el hogar y con la pandemia se quedaron sin trabajo y la mujer empezó con un nuevo giro, si sabían hacer pasteles, eso vendían pero desde el segundo semestre del año pasado esas emprendedoras comenzaron a regularizarse y darse de alta ante el SAT.
Ante ello es necesario que las dependencias involucradas en temas económicos capaciten a los negocios que surgieron de dos años a la fecha, para que se regularicen, sean productivos y generen fuentes de empleo.
Se requiere más difusión de los programas de capacitación y apoyo, ya que muchos negocios pequeños no se encuentran afiliados a las asociaciones y no tienen acceso a la información.