Matt y Ross Duffer, de sólo 38 años, siguen captando la estética y las sensaciones de aventura y terror que el cine de los 80 hacía tan bien.
Ahora que se estrena la primera parte de la cuarta temporada, donde los chicos sobrevivientes de la terrible batalla de en el centro comercial de Star Court están, seis meses después, tratando de vivir una existencia normal, nos damos cuenta de que eso no será posible.
Al menos no hasta que concluya la serie. Esto nos dijeron los mellizos, quienes han sido la sensación gracias a su enorme pasión por el cine, la televisión y esos lazos de amistad con la que tantos nos identificamos.
¿Cómo ha sido esta aventura después de cuatro temporadas? MD. Ha sido surreal porque jamás podríamos haber esperado nada así, lo que en realidad quisimos hacer es que el mismo grupo de personas con las que iniciamos el proyecto se quedara.
Cada vez que llegamos a una nueva temporada buscábamos regresar al estado mental que teníamos cuando empezamos, cerrar todo el ruido y contar la mejor historia que pudiéramos.
RD. Pensar en todo lo que ha pasado es peligroso para el proceso creativo, se trata de ver solo lo que tienes enfrente y llegar a la zona.
El espacio creativo que implica hacer el show, consume el tiempo; ni siquiera puedes pensar en lo demás.
Así que con toda la locura que ha sido este tiempo haciendo el show, lo ideal es ni siquiera pensarlo. Ustedes nacieron en 1984, ¿cómo hacen para capturar tan bien la época y el sentido de terror de entonces? Teníamos esa edad en los 90, pero crecimos con una dieta de películas de los 80 y las consumimos una y otra vez en VHS.
Mi vida hubiera sido completamente distinta si no existieran los VCR y los VHS. Sentíamos muy actuales esas cintas, y era típico que las protagonizaran personajes con quienes me identificaba por completo.
Me acuerdo de haber visto The Goonies y dije: esos somos yo y mis amigos, actuábamos y hablábamos exactamente así.
La única diferencia es que ellos se encontraron con un mapa de un tesoro, pero nos transportaba de una forma tan mágica que básicamente, cuando estábamos creando el show, eso es lo que quisimos capturar de nuestra infancia.
¿Fue distinto para otras generaciones?
RD. Sí, porque nosotros fuimos de los últimos niños que nunca tuvieron internet en su casa al crecer. Tuve internet hasta la universidad; estábamos libres por el bosque.
Mis padres no sabían dónde estábamos, caminábamos entre las vías del tren.
MD. Es como cuando la gente nos dice que es igual a Stand by me; por supuesto que lo es, amo esa película, eso es lo que buscábamos evocar en la serie. Me encantó la carta que escribieron a los fans, me quedé con la sensación de que aún tienen mucho que contar.