Hasta 23.3% del total importado en lo que va del año viene de ese país, el nivel más alto desde 2019, según Banxico
La influencia española en México es tan amplia que desde el siglo XVI está viva en nuestras tradiciones, incluidas las celebraciones de Navidad y Año Nuevo, que tienen su influencia en los platillos, los cantos y las bebidas, entre las que no puede faltar el vino en las mesas mexicanas.
Hoy España es el mayor proveedor de esta bebida en el país. Luego de la baja en importaciones por el impacto de la pandemia, actualmente está volviendo a conquistar el paladar nacional.
Según datos del Banco de México, de enero a octubre de este año se importaron al país casi 78 millones de litros de vino, de los que 23.3 por ciento proviene de la nación ibérica, un porcentaje que no alcanzaba desde 2019, antes de la crisis sanitaria.
Ese año los vinos españoles significaban 27.6 por ciento del volumen total de importación.
“México, con más de 130 millones de habitantes y un mercado en desarrollo, es el principal destino de las exportaciones de vino español en Latinoamérica”, explica la agencia de promoción de inversiones ICEX.
Para ese país, México “tiene un papel fundamental como puerta de entrada en la región para muchas marcas y etiquetas que buscan nuevos mercados donde empezar a exportar”, afirma el instituto hispano.
El secreto se basa en que desde hace 42 años cuenta con una denominación de origen que ampara a los viñedos de una franja de la cuenca del río Duero de unos 115 kilómetros de longitud y 35 de ancho, en la confluencia de las provincias de Soria, Burgos, Segovia y Valladolid.
Desde el 21 de julio de 1982, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España otorgó a la Ribera del Duero la Denominación de Origen.
A partir de ahí, la estrategia del consejo regulador de la denominación de origen de Ribera del Duero, se basa en normas estrictas para asegurar la calidad de cada botella: desde el etiquetado meticuloso que certifica la procedencia y calidad del vino, hasta el fomento de prácticas sustentables en la viticultura. Además de combinar medidas de control de calidad, innovación y promoción.
Y los resultados de negocio se notan: el portal de Ribera del Duero señala que de enero a noviembre de este año la región produjo 85.33 millones de contraetiquetas (que certifican en cada botella las características de su origen), 11.5 por ciento más que en 2020.
Aunque 80 por ciento de la producción de Ribera del Duero se distribuye en el territorio español, México es el segundo mercado de exportación, solo después de Suiza.
“En poco más de un lustro el consumo en el mercado mexicano pasó de 700 mil botellas anuales a más de 2 millones y medio. Consideramos que entre más crezca el consumo en este país, los vinos de Ribera del Duero tendrán más presencia», afirmó Enrique Pascual, presidente del consejo regulador.
Las etiquetas que más sobresalen en el mercado mexicano provienen de emblemáticas bodegas de la región como Virtus, Lleiroso, Carmelo Rodero, Viña Sastre, Pago de Carraovejas, Dominio de Calogía, Pradorey, Francisco Barona, López Cristóbal y Balbás.
Para afianzar esta relación, Ribera del Duero impulsa distintas actividades en el país, como The Best Ribera del Duero y ha patrocinado eventos de gran relevancia como Sonoramex, que en 2024 se presentó por primera vez en el país, “el festival musical con la mayor oferta de vinos de calidad”, indica Pascual García.
Agrega que continuarán promoviendo el consumo de vino de la región en México: “el mercado mexicano es uno que acepta los vinos de más alta gama de Ribera del Duero, es decir, no solamente en cantidad, sino también en calidad: los de alta gama son los más apreciados”, aseguró.
En las primeras semanas de 2025, Enrique Pascual estará de visita en México junto con el director del consejo regulador, Miguel Sanz, para conocer de primera mano la evolución del mercado y asistir a la entrega de los Food and Travel Readers Awards.
Para febrero, en Monterrey se realizará la Gran Cata Ribera del Duero, pues identifican al estado de Nuevo León como “un pujante centro de consumo” por su gastronomía donde los cortes son propicios para realizar grandes maridajes. Y en marzo, como cada año, se realiza la edición anual de la Copa de Polo Ribera del Duero, en el Club de Polo Tecámac, seguido de la segunda edición del Sonoramex.
En América Latina, Chile encabeza el mayor consumo con alrededor de 14 litros al año por persona. No obstante, “En México el gusto por el vino se encuentra en aumento”, refiere la agencia gubernamental española.
En cuestión de valor, la historia es similar. De enero a octubre el vino español sumó 84.7 millones de dólares, lo que representa 28.6 por ciento del total importado al país. Esta cifra es superior al 24.3 por ciento que registró en igual lapso del año pasado, según Banco de México.
La apuesta del sur
Por otro lado, Chile es uno de los países productores que quiere crecer en México apostando por un modelo llamado «estilo boutique», que se caracteriza por ser de una producción limitada o pequeña, así como también por producción con prácticas sostenibles.
La tendencia del Wine Bar, que es el llamado vino por copeo, en el cual las personas pueden degustar vinos de alta gama, tiene un crecimiento entre 3 y 4 por ciento de manera anual, lo que puede seguir avanzando.
Consumo nacional
En comentarios del presidente del Consejo Mexicano Vitivinícola (CMV), Salomón Abedrop, el consumo per cápita de esta bebida en la población mayor de edad es en promedio de 1.3 litros al año.
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) destacó en un comunicado reciente que estas cifras muestran el gran potencial que tiene el mercado mexicano en el mundo para los próximos años.
La producción nacional de vino en la última década se ha mantenido en torno a los 400 mil hectolitros, posicionando en los últimos 10 años al país como el vigésimo tercer productor mundial.
“El consumo de vino, sigue creciendo año con año, por tanto, si hay un interés del consumidor, ya que tenemos el diagnóstico de que sigue siendo un consumo quizá de lujo, por llamarlo de alguna forma, por lo que buscamos también que se pueda ir democratizando mucho más y por lo que estamos buscando también ese aumento del consumo para incorporar una oferta”, apuntó ICEX.