En menos de dos años, el ex alcalde priista de Xalapa Ricardo Ahued Bardahuil habría abandonado dos cargos; uno por mandato popular de los ciudadanos que lo llevaron al senado y el segundo por designación, de confirmarse la anunciada renuncia que de manera oficial nadie, ni él mismo han salido a confirmar.
Por Rodolfo Herrera
Originario del Estado de Hidalgo y avecindado en Xalapa, Ricardo Ahued subió al escaparate público en la década del 2010, primero como Presidente de Canaco en 2003, ganando simpatías en el sector empresarial, desde donde buscó apuntalar una carrera política primero con el PAN, organismo político que liderado por Víctor Alejandro Vázquez Cuevas tenía acaparadas todas las expectativas electorales, pues su hermano Alfonso Vázquez Cuevas pretendía ser alcalde, por ello que las cosas no se le dieron, pese a que las preferencias ya estaban de su lado.
Ahued ya lucía un traje de hombre honesto y empresario exitoso, gozaba de la simpatía de todos los sectores sociales, empresarios, comerciantes, líderes sociales y ciudadanos, situación que aprovechó el gobernador Fidel Herrera Beltrán para convertirlo en una oferta ganadora por el PRI, ya que la conservadora capital del Estado ya había sido estocada por los triunfos de la izquierda.
En su paso por el PRI ocupó varios cargos de elección popular, de 2005 al 2007 fungió como alcalde de Xalapa, de 2009 al 2012 diputado federal; ya en el gobierno de Javier Duarte de Ochoa fue electo diputado local de 2013 a 2016, durante ese tiempo Ahued logró conservar una buena imagen pues mostró rasgos de oposición al final del duartismo.
Entró en una pausa electoral durante dos años, pues no estaba en los planes del candidato priista al gobierno Héctor Yunes Landa quien finalmente perdió ante su primo Miguel Ángel Yunes Linares del PAN.
Parecía que la carrera política de Ricardo Ahued se había terminado y buscó una llanta salvavidas e incluso correteó a Miguel Ángel Yunes en el hotel Fiesta Americana de Boca del Río cuando este era gobernador electo, donde asistió invitado a una reunión de ejecutivos de Bancomer, pero el de Soledad de Doblado prácticamente lo esquivó caminando aprisa mientras fingía hablar por teléfono.
Con una década de experiencia política, Ricardo Ahued, al igual que otros empresarios, logró subirse al camión de la democracia y aceptó la candidatura de Morena al senado de la república llevando consigo a un apreciado líder empresarial, Ernesto Pérez Astorga, fórmula que ayudó al movimiento de AMLO a conseguir el triunfo y con ello llevar a la gubernatura de Veracruz al profesor universitario Cuitláhuac García Jiménez, quien en ese momento no estaba en las preferencias electorales de los ciudadanos.
Ya como Senador de la República, Ricardo Ahued nuevamente entró en el ánimo de los veracruzanos al encabezar demandas justas de ciudadanos y empresarios, en temas como el alza en el costo de energía eléctrica.
El 25 de mayo de 2019, con tan solo 9 meses en la cámara alta, sin importar que los ciudadanos de Veracruz le hayan depositado su voto y su confianza para ser senador de la república.
Solo con estudios de Preparatoria, prácticamente sin currículum académico, Ricardo Ahued aceptó la Administración General de Aduanas desplazando a grandes académicos expertos en el ramo, tomando posesión del cargo el 5 de junio de 2019, durante ese tiempo, su presencia en la capital del Estado fue limitada, pues incomodaba a las tribus que gobiernan Veracruz y sugirieron que suspendiera su promoción personal que ya iba en crecimiento como posible sustituto del actual gobernador en turno.
Nuevamente, sin cumplir un año como Administrador general de Aduanas, Ricardo Ahued estaría en disposición de regresar a ocupar la silla que le encargó a su amigo Ernesto Pérez Astorga.
Para la clase política veracruzana, para los detractores, los desplazados, los inconformes de adentro y fuera del gobierno, Ricardo Ahued no regresará al senado, más bien podría cumplir la profecía de muchos que lo ubican en la Secretaría General de Gobierno, o bien, listo para la posible revocación de mandato.
¿GOBERNADORES IMPORTADOS?
Tan mala suerte tiene Veracruz, que si bien los gobernadores no han llenado las expectativas de unidad, seguridad, desarrollo y progreso que reclaman los veracruzanos, la suerte política podría ubicar a dos candidatos importados, la Secretaría de Energía Rocío Nahle de Zacatecas y Ricardo Ahued de Hidalgo. Recordemos que el último gobernador importado en ocupar la gubernatura de Veracruz fue Patricio Chirinos calero, nacido en Tamuín, en la huasteca potosina, aunque la suerte política lo convirtió en veracruzano de Pánuco.
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