El Covid-19 además de dejar muerte, está dejando una gran desolación a su paso y es que ahora no sólo se puede perder a un familiar, a un amigo, al ser amado, sino que la enfermedad no permitirá despedirse de aquellos que hayan muerto por el contagio, porque la norma no permitirá darle un adiós como el que en México acostumbramos. Ahora no podremos abrazar y decir adiós por riesgo de contagio y tampoco podremos acompañar tantos a las familia en las salas de velación.
Las empresas de servicios funerarios han establececido puntuales protocolos de actuación para minimizar los riesgos de contagio entre su personal y los familiares de los pacientes que hayan fallecido por Coronavirus.
En Xalapa, las funerarias ya siguen los lineamientos para el tratamiento de los cadáveres de personas con Covid-19.
El primero de éstos es que se limitó el número de deudos a 10 por sala, según lo informado por los servicios funerarios “Martínez López”.
El señor Manuel Landa manifestó que sólo se permite el ingreso a los familiares más cercanos del difunto, pero la situación cambiará cuando lleguen cadáveres de personas infectadas con Covid-19, porque entonces los féretros deberán permanecer cerrados y se recomendará a la familia evitar las velaciones.
Hasta este momento no han dado instrucciones para restringir los permisos en salas de velación, siguen trabajando con las indicaciones del Ayuntamiento y del Gobierno federal, es decir, se le solicita a la familia que no estén más de 10 personas y que guarden distancia y en caso de que llegue algún familiar enfermo se les pide que los exhorten a retirarse por seguridad.
Expuso que la contingencia además provocó que los equipos de protección se encarecieran, pero sobre todo, que escasearan y se complicara mucho para ellos obtenerlos y es que, por ejemplo, una caja de guantes cuyo costo era de 100 pesos, ahora llegan a venderse hasta en 500 pesos la caja y en algunos casos las cajas no traen más de 10 pares.
Otra de las circunstancias que se podría presentar es que para evitar los contagios al máximo, los deudos de las víctimas de la pandemia tengan que hacer transmisiones de los servicios funerarios y así puedan acompañarlos en esos momentos tan dolorosos, pero sea seguro para todos.
Pero lo peor es que habrá un momento en que se les tenga que pedir a los familiares que no se despidan de sus seres amados, porque las normas dictan que se tendrían que suspender los servicios de velación y las estancias en los panteones no deberán ser prolongadas.
“Esa es la parte más difícil porque cuando se llegue a dar la orden de que no hay velaciones será lo más difícil porque es algo cultural, somos muy fuertes y unidos tanto en la vida como en la muerte”, sostuvo el representante de la funeraria Martínez López.
La pandemia ha logrado que los velorios estén prácticamente abandonados porque la gente está siguiendo las recomendaciones del sector salud y casi no llega gente, por eso es que también se suspendió el transporte hacia los cementerios. Moriremos solos y en la recta final no podremos decir adiós a quien en vida amamos.