• Existen 13 tipos de cáncer que se asocian con el sobrepeso y la obesidad• 30% de los casos de cáncer en México está relacionado a la obesidad
la Unidad de Detección y Diagnóstico de Cáncer de Mama (UDDCM) del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Veracruz Norte llevó a cabo la conferencia Alimentación en la Génesis y Prevención del Cáncer, impartida por licenciada en Nutrición, Arianna Montserrat Ramírez González, nutrióloga de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) No. 57.
“El cáncer en México es la segunda causa de muerte más común y la obesidad es responsable de aproximadamente 30% de los casos, destacando que 30% de los tumores en los hombres y 60% en las mujeres están relacionados con la alimentación.
Existen 13 tipos de cáncer que se asocian con el sobrepeso y la obesidad: meningioma, adenocarcinoma, mieloma múltiple, así como cáncer de riñón, útero, ovario, tiroides, mama, hígado, vesícula, estómago, páncreas y colon”, señaló Ramírez González.
Explicó que para reducir el riesgo de padecer cáncer se recomienda una dieta y un índice de masa corporal adecuados, junto con actividad física, además de reducir los alimentos en los que podemos encontrar “carcinógenos”, que son las sustancias que incrementan el riesgo de presentar la enfermedad, entre los que se encuentran las mico toxinas, los compuestos N-nitrosos, los hidrocarburos aromáticos poli cíclicos y aminas aromáticas heterocíclicas.
Las mico toxinas se producen por algunos hongos durante el almacenamiento del maíz, algodón y cacahuates; los compuestos N-nitrosos se forman como resultado de la reacción entre las aminas de los alimentos y el nitrito sódico que llevan, generalmente encontrados en embutidos; los hidrocarburos aromáticos poli cíclicos están presentes en alimentos cultivados en zonas con elevada contaminación ambiental y en los preparados a la brasa o ahumados.
Por otra parte, las aminas aromáticas heterocíclicas se forman durante el cocinado de carnes y pescados por reacción entre las proteínas y los azúcares.
También existen carcinógenos naturales; sin embargo, ninguno supone un riesgo cuando el consumo es moderado, como son los que contienen hidralazinas, alcaloides y nitratos.
“Durante las últimas décadas la ingesta de edulcorantes y el riesgo de cáncer se ha debatido ampliamente, por lo que, la opinión científica de las instituciones y la aprobación por las autoridades internacionales sustentan su consumo como alimentos, debido a que no ejercen ningún efecto fisiológico”, señaló la experta en nutrición.
Finalmente, Ramírez González agregó que existen “alimentos funcionales”, que son todos los que, además de valor nutritivo, contienen componentes biológicamente activos que aportan algún efecto añadido y beneficioso para la salud y reducen el riesgo de contraer ciertas enfermedades: antioxidantes, ácido linoléico conjugado, probióticos, la fibra y el Omega 3.
Los antioxidantes protegen del efecto nocivo de radicales libres en nuestro cuerpo; el ácido linoléico conjugado tiene efectos biológicos anti carcinógenos, inhibe la formación de papilomas en la piel y se encuentra presente en la carne de vaca, cordero y derivados lácteos, como el queso. Los probióticos actúan disminuyendo las sustancias pro carcinogénicas por acción directa sobre ellas.
La fibra juega un papel importante para prevenir el cáncer de tracto digestivo, mama, aparato reproductor y urinario, se encuentra en cereales integrales; el Omega-3 o DHA tiene la capacidad de aumentar la eficacia de hasta 15 agentes anticancerígenos, ya que se incorpora a los fosfolípidos de la membrana celular con mayor afinidad a las células de rápido crecimiento o proliferación, tales como las células tumorales, aumentando la sensibilidad del tejido tumoral frente a agentes anticancerígenos. Contra el cáncer, más vale PrevenIMSS.