El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) informó que Beryl ha vuelto a fortalecerse como huracán de categoría 3 en la escala Saffir-Simpson, poco antes de su previsto impacto en México. A las 19:30 horas del jueves, el huracán se ubicaba a 250 kilómetros al este-sureste de Cancún y a 260 kilómetros al este-sureste de Tulum, Quintana Roo, con vientos sostenidos de 185 km/h y ráfagas de hasta 230 km/h, moviéndose hacia el oeste a 26 km/h.
Se espera que Beryl toque tierra en Tulum durante la madrugada del viernes, afectando también a Cozumel y el municipio de Solidaridad. En respuesta, el gobierno de Quintana Roo ha declarado alerta roja en Tulum, Felipe Carrillo Puerto, Bacalar y Chetumal.
El SMN pronostica lluvias torrenciales en Quintana Roo y Yucatán, intensas en Campeche, y muy fuertes en Chiapas y Tabasco. En colaboración con el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, se mantiene la zona de prevención por efectos de huracán desde Puerto Costa Maya hasta Cancún, incluyendo Cozumel, y se extiende la zona de vigilancia por efectos de huracán y tormenta tropical en otras áreas de Quintana Roo y Campeche.
El huracán recorrerá la península de Yucatán el viernes 5 de julio y luego entrará al golfo de México. En Tulum, la población ha tomado medidas de protección, cerrando negocios y supermercados, y evacuando turistas. Las operaciones en el aeropuerto de Tulum y el Tren Maya han sido suspendidas.
El ejército ha desplegado unos 8,000 efectivos en Tulum, con suministros de alimentos y agua para la población. Se espera que Beryl, tras cruzar la península, se refuerce en el mar y vuelva a tocar tierra en Tamaulipas, donde también se prepara un plan de contingencia.
Beryl, el primer huracán de la temporada del Atlántico, ha sorprendido a los meteorólogos por su rápida intensificación, alcanzando temporalmente la categoría 5. Científicos vinculan este fenómeno al cambio climático y el calentamiento de los océanos.
El huracán ya ha causado daños significativos en el Caribe, con al menos siete muertos y múltiples reportes de cortes de energía e inundaciones.