A propósito del comunicado «Sí al diálogo respetuoso. No a la provocación ni a la polarización», emitido por el Consejo Coordinador Empresarial el 18 de octubre del presente año, me permito hacer las siguientes aclaraciones.
El título se refiere a las recientes declaraciones que di en una conferencia de prensa sobre la iniciativa de reforma constitucional al sector eléctrico.
El CCE considera que estas declaraciones ponen en riesgo el cumplimiento de las leyes y la Constitución de nuestro país. Hablan de que se está usando el nacionalismo como pretexto para atentar contra nuestro Estado de Derecho y aseveran que se pretende reformar la ley con base en ideología y la manipulación de ciertos sectores de la ciudadanía. Por eso proponen que » no a la provocación y a la polarización, sí al diálogo».
Toda esta catilinaria se refiere a que en la conferencia de prensa expliqué con detenimiento el sistema eléctrico implantado por Peña Nieto y asociados. El Consejo no analiza lo que dije, simplemente salta a la descalificación apocalíptica.
En mi análisis del sistema demostré, entre otras cosas, que mediante las Sociedades de Autoconsumo los grandes consumidores de este país no pagan ni la red ni a la CFE, con daño patrimonial que se constituye en monopolios privados mediante sociedades ficticias, en fraude a la ley.
Podrían aludir a lo que dije y cuestionarlo, pero resulta que el Consejo Coordinador Empresarial actúa como representante y defensor de las grandes empresas que no pagan, arropando a las Sociedades de Autoabasto. Eso no es provocación, es una explicación detallada.
Sobre la afirmación del Consejo, sobre que con esas declaraciones se manipula a la ciudadanía – inaceptable para ellos – la división de la sociedad a la que se refieren se debe a que las empresas más grandes y poderosas de este país no pagan, mientras que el resto de empresarios, las clases medias y la población sí tienen que pagar.
No es una polarización. No se está manipulando a ningún sector social, simplemente se les explica el atraco, que consiste en un sistema eléctrico del que se beneficia un sistema oligárquico.