Actualmente operan 156 cajas de ahorro en el país, de las cuales únicamente 12 existen en la entidad veracruzana, sin embargo, 10 de esas, están impedidas para captar recursos, expuso Teresa Carbajal, representante legal del Barzón de Resistencia Civil del Estado de Veracruz A.C.
En conferencia virtual, donde habló del primer caso que está representando el Barzón contra la caja de ahorro Yanga, una de esas pocas entidades financieras con permisos, pero que no quiere devolver los recursos ahorrados a un usuario.
Aseveró que la gente debe conocer en dónde guarda su dinero, toda vez que históricamente ha habido cajas de ahorro que han cometido fraudes desapareciendo de la noche a la mañana, mientras que los socios ahorradores ya no tienen manera de recuperar sus recursos como ocurrió con Caja Popular Veracruz, Cofisur, Cofía, entre otras.
Expuso que la denuncia del señor Evaristo es el primer caso que están atendiendo, luego de que en 2015 comenzó su ahorro en caja Yanga con un depósito de mil 400 pesos de manera inicial, pero por falta de ventas no pudo hacer más depósitos, pero tampoco pidió créditos y sin embargo confió en que ahora, por la pandemia, podría echar mano de sus recursos.
Denunció un trato poco amable por parte del personal y ante tal situación, acudió al Barzón para solicitar ayuda, en donde le recomendaron que acudiera ante la Unidad de Especializada de Atención a Usuarios (UNE) para evitar trámites innecesarios y el 1 de julio fue visitado por personal de la Caja para solicitarle que se presentara con el gerente.
El día 2 de julio solicitó hablar con el gerente, pero para su sorpresa, lo recibió con palabras altisonantes y le reclamó que hubiera llevado su caso a la UNE, por lo que le advirtió que no le devolverían sus recursos sin importar lo que hiciera.
La representante legal del Barzón recordó que es derecho de los socios de las cajas retirarse en cualquier momento en que lo decidan, siempre y cuando se les devuelvan sus ahorros y el monto de certificado de depósito.
“Resulta reprobable e injusto que se le haya hecho firmar a Evaristo como socio de nuevo ingreso la contratación de un nuevo producto de ayuda funeraria, dado que él acudió para abrir una cuenta de ahorros, con la única finalidad de hacer depósitos a esa cuenta. Cuando se condiciona la contratación de un servicio, este hecho se considera como una venta atada, lo cual se considera una práctica abusiva”, definió.
Finalmente, Teresa Carbajal exigió a las entidades financieras educación, respeto, trato digno y apego a las leyes y pidió a las autoridades, garantizar que las instituciones actúen dentro del marco de la ley, se apeguen a las sanas prácticas y se apliquen sanciones ejemplares a quienes se atrevan a infringirlas, “basta ya de abusos, basta ya de impunidad y silencios, en el Barzón seremos la voz de los desprotegidos”.