La clase media en México se redujo en tres puntos porcentuales en 2020, año de la pandemia de Covid-19, para llegar a cubrir a 27.6 por ciento de la población, mientras la pobreza avanzó 4.1 puntos para cubrir a 24.8 por ciento, de acuerdo con estimados del Banco Mundial.
El organismo no detalla dónde queda 55.4 por ciento de la población restante, en qué proporción son “vulnerables” o ricos, pero sí explica que considera en pobreza a quienes viven al día con un ingreso menor a los 5.5 dólares, con paridad de poder adquisitivo de 2011, y en clase media a quienes lo hacen con un margen de entre 13 y 70 dólares per cápita.
Con la presentación del informe El lento ascenso y súbita caída de la clase media en América Latina y el Caribe, el organismo reportó que la pandemia empujó a 4.7 millones de personas de la clase media a la vulnerabilidad o la pobreza en América Latina y el Caribe.
“El impacto es aún más dramático si el efecto de un programa de transferencias sociales de carácter masivo y temporal en Brasil es excluido de las proyecciones. Sin ese efecto brasileño, un total de 12 millones de personas en la región perdieron su lugar en la clase media en 2020”, abundó.
Lo mismo ocurrió con la pobreza. Hubo 400 mil menos pobres en 2020, pero sin Brasil se calcula que unas 20 millones de personas cayeron en la pobreza en 2020, con un aumento adicional de 1.4 millones a causa del crecimiento poblacional.
“La región de América Latina y el Caribe se encuentra en una encrucijada, el retroceso de conquistas sociales que tanto costaron corre el riesgo de volverse permanente a menos que se lleven a cabo reformas enérgicas”, dijo Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.
El informe reporta que en las últimas dos décadas, el número de personas que viven en la pobreza en la región se redujo a la mitad y la clase media fue el grupo más grande en 2018. Sin embargo, en 2020 ese sector se redujo a 37.3 por ciento de la población, la clase vulnerable creció a 38.5 por ciento y las personas en pobreza representaron 21.8 por ciento.
El organismo detalló que los programas de protección social ayudaron a contener el impacto negativo en el corto plazo, pero sin una recuperación acelerada e inclusiva y niveles similares de medidas de mitigación, la pobreza podría crecer nuevamente en 2021. “Garantizar un acceso amplio a las vacunas, implantar sistemas eficientes y efectivos para distribuirlas y administrarlas y fortalecer los sistemas de salud en toda la región será clave para la recuperación”, subrayó.
Agregó que la crisis amplificó los efectos nocivos de la desigualdad en América Latina, dado que más de la mitad de los trabajadores de la región, 54.4 por ciento, opera en el sector informal y nueve de cada diez que viven en la pobreza laboran en el sector informal.
“Aquellos que estaban peor desde un principio probablemente sean los más afectados, y esto exacerbará la desigualdad en el ingreso en una región de por sí muy desigual”, dijo Ximena Del Carpio, gerente de la Práctica de Pobreza y Equidad del Banco Mundial.
En ese sentido, los programas de protección social deben revaluarse para ajustar su alcance e incorporar nuevos beneficiarios, agregó el organismo. Si bien las transferencias han sido útiles para brindar seguridad financiera durante los períodos de confinamiento, al final del día son temporales y “podrían no ser suficientes para evitar una caída fuerte de la clase media”.
El organismo detalló que los programas de protección social ayudaron a contener el impacto negativo en el corto plazo, pero sin una recuperación acelerada e inclusiva y niveles similares de medidas de mitigación.