La mayor parte de su vida la han dedicado a la gastronomía. Esta vez buscaron una palabra que englobara su historia familiar: Raíces. “Desde la música, la decoración y el sabor, queremos que los que nos visiten se sientan como en la Huasteca, para lograr transportarlos”, explica Juan Silvestre, uno de los hijos de Silvestre y Ludivina.
Carne, quesos, chiles, especias y café, la materia prima es traída desde Tempoal, para así no perder el sabor único que caracteriza su cocina. En Raíces se especializan en la comida de la región veracruzana, pero también ofrecen algunos platillos de la huasteca hidalguense y potosina.
La especialidad de la casa es la cecina acompañada de enchiladas, estas últimas con cinco sabores diferentes: verdes, de tomate, ajonjolí, roja con chorizo y chile seco (la más picosa y más característica de la zona).
La salsa de ajonjolí es hecha en casa artesanalmente: se tuesta, y se muele, todo este proceso hecho en Veracruz. Ellos aseguran que el sabor y la atención que ofrecen es su diferenciador.
Su concepto es único y casero. En Raíces, los comensales encuentran un menú permanente que ofrece cecina con enchiladas, estrujadas, milanesa de pollo empanizada, carne enchilada y bocoles.