El nutriólogo Roberto Carlos Muñoz Joachin, informó que lo que comes puede afectar drásticamente muchos aspectos de tu salud, incluyendo el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como enfermedades cardíacas, diabetes y cáncer.
Se ha demostrado que el desarrollo del cáncer, en particular, está muy influenciado por la dieta.
Muchos alimentos contienen compuestos beneficiosos que podrían ayudar a disminuir el crecimiento del cáncer.
También hay varios estudios que muestran que un mayor consumo de ciertos alimentos podría estar asociado con un menor riesgo de desarrollar la enfermedad.
Este artículo profundizará en la investigación y analizará 13 alimentos que pueden reducir el riesgo de desarrollar cáncer.
1. Brócoli
El brócoli contiene sulforafano, un compuesto vegetal que se encuentra en los vegetales crucíferos y que puede tener propiedades anticancerígenas potentes.
Un estudio in vitro mostró que el sulforafano redujo el tamaño y la cantidad de células de cáncer de mama hasta en un 75 por ciento.
De manera similar, un estudio en animales encontró que el tratamiento de ratones con sulforafano ayudó a eliminar las células del cáncer de próstata y redujo el volumen del tumor en más del 50 por ciento.
Algunos estudios también han encontrado que una mayor ingesta de vegetales crucíferos como el brócoli puede estar relacionada con un menor riesgo de cáncer colorrectal.
Un análisis de 35 estudios mostró que comer más vegetales crucíferos se asoció con un menor riesgo de desarrollar cáncer colorrectal y de colon.
Incluir brócoli en algunas comidas a la semana puede tener algunos beneficios para combatir el cáncer.
Sin embargo, ten en cuenta que la investigación disponible no ha analizado directamente cómo el brócoli puede tener un impacto en el cáncer en humanos.
En cambio, se ha limitado a estudios de laboratorio, en animales y de observación, que investigaron los efectos de los vegetales crucíferos o los efectos de un compuesto específico en el brócoli. Por lo tanto, se necesitan más estudios.
RESUMEN
El brócoli contiene sulforafano, un compuesto que se ha demostrado que causa la muerte de las células tumorales y reduce el tamaño del tumor en estudios in vitro y con animales. Un mayor consumo de vegetales crucíferos también puede estar asociado con un menor riesgo de cáncer colorrectal.
2. Zanahorias
Varios estudios han encontrado que comer más zanahorias está relacionado con un menor riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer.
Por ejemplo, un análisis estudió los resultados de cinco estudios y concluyó que comer zanahorias puede reducir el riesgo de cáncer de estómago hasta en un 26 por ciento.
Otro estudio encontró que una mayor ingesta de zanahorias se asoció con un 18 por ciento menos de probabilidades de desarrollar cáncer de próstata.
Un estudio analizó las dietas de 1,266 participantes con y sin cáncer de pulmón. Encontró que los fumadores que no comían zanahorias tenían tres veces más probabilidades de desarrollar cáncer de pulmón, en comparación con los participantes que comían zanahorias más de una vez por semana.
Intenta incorporar zanahorias a tu dieta como un refrigerio saludable o un delicioso acompañante unas pocas veces por semana, y así reducirás potencialmente el riesgo de cáncer.
Aun así, recuerda que estos estudios muestran una asociación entre el consumo de zanahorias y el cáncer, pero no tienen en cuenta otros factores que pudieran influir.
RESUMEN
Algunos estudios han encontrado una asociación entre el consumo de zanahorias y un menor riesgo de desarrollar cáncer de próstata, pulmón y estómago.
3. Frijoles
Los frijoles son ricos en fibra, la cual, según algunos estudios, puede ayudar a proteger contra el cáncer colorrectal.
Un estudio hizo seguimiento a 1,905 personas con antecedentes de tumores colorrectales, y encontró que aquellas que consumían más frijoles secos, cocinados tendían a tener un menor riesgo de recidiva tumoral.
Un estudio en animales encontró también que alimentar a ratones con frijoles negros o frijoles blancos, luego de inducir cáncer de colon, bloqueaba el desarrollo de células cancerosas en hasta un 75 por ciento.
De acuerdo con estos resultados, comer unas pocas porciones de frijoles cada semana puede aumentar el consumo de fibra y, a su vez, ayudar a reducir el riesgo de desarrollar cáncer.
Sin embargo, la investigación actual se limita a estudios en animales, que muestran asociación, pero no causalidad. Se necesitan más estudios para examinar esto en humanos, específicamente.
RESUMEN
Los frijoles tienen un alto contenido de fibra, lo que puede proteger contra el cáncer colorrectal. Los estudios en humanos y animales han encontrado que un mayor consumo de frijoles podría reducir el riesgo de desarrollar tumores colorrectales y cáncer de colon.
4. Bayas
Las bayas tienen un alto contenido de antocianinas, pigmentos vegetales que tienen propiedades antioxidantes y pueden estar asociadas a un menor riesgo de desarrollar cáncer.
En un estudio, 25 personas con cáncer colorrectal fueron tratadas con extracto de arándano durante siete días, lo que redujo el crecimiento de las células cancerosas en un 7 por ciento.
Otro pequeño estudio dio frambuesas negras liofilizadas a pacientes con cáncer bucal, y mostró que disminuían los niveles de ciertos marcadores asociados al desarrollo del cáncer.
Un estudio en animales encontró que alimentar ratones con frambuesas negras liofilizadas redujo la formación de tumores esofágicos hasta en un 54 por ciento y disminuyó el número de tumores en general hasta en un 62 por ciento.
De forma similar, otro estudio en animales demostró que dar a los ratones un extracto de bayas, impedía la formación de varios biomarcadores de cáncer.
Con base a estos hallazgos, incluir una porción o dos de bayas en tu dieta todos los días puede ayudar a inhibir el desarrollo del cáncer.
Ten en cuenta que estos son estudios en animales y de observación, en los cuales se analizan los efectos de una dosis concentrada de extracto de bayas, y son necesarios más estudios en humanos.
RESUMEN
Algunos estudios de laboratorio en animales han encontrado que los compuestos de las bayas pueden disminuir el crecimiento y la propagación de ciertos tipos de cáncer.
5. Canela
La canela es muy popular por sus beneficios para la salud, incluyendo su capacidad de reducir el azúcar en sangre y aliviar la inflamación.
Además, estudios de laboratorio con animales han descubierto que la canela puede ayudar a bloquear la propagación de las células cancerosas.
Un estudio de laboratorio encontró que el extracto de canela podría disminuir la propagación de las células cancerosas y provocar su muerte.
Otro estudio de laboratorio mostró que el aceite esencial de canela suprimía el crecimiento de las células cancerosas en la cabeza y cuello, y también reducía significativamente el tamaño del tumor.
Un estudio en animales también mostró que el extracto de canela propiciaba la eliminación de las células tumorales, y también disminuía la cantidad de tumores que crecían y se diseminaban.
Incluir media o una cucharadita (2 a 4 gramos) de canela en tu dieta diaria puede ser beneficioso para prevenir el cáncer, además, también te puede brindar otros beneficios, como disminución del azúcar en sangre y de la inflamación.
Sin embargo, se necesitan más estudios para comprender cómo la canela puede afectar el desarrollo del cáncer en humanos.
RESUMEN
Estudios de probeta y en animales han encontrado que el extracto de canela puede tener propiedades anticancerígenas y puede ayudar a disminuir el crecimiento y la diseminación de tumores. Se necesitan más estudios en humanos.
6. Frutos secos
Varias investigaciones han encontrado que comer frutos secos puede relacionarse con un menor riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer.
Por ejemplo, un estudio analizó las dietas de 19,386 personas y encontró que comer una mayor cantidad de frutos secos se asociaba con una disminución del riesgo de muerte por cáncer.
Otro estudio dio seguimiento a 30,708 participantes por hasta 30 años y encontró que comer frutos secos regularmente se asociaba con un riesgo mínimo de padecer cáncer colorrectal, pancreático y endometrial.
Otros estudios han encontrado que ciertos tipos de frutos secos pueden estar relacionados con un menor riesgo de desarrollar cáncer.
Por ejemplo, las nueces de Brasil tienen un alto contenido de selenio, lo que puede ayudar a proteger contra el cáncer de pulmón en personas con bajo nivel de selenio.
De forma similar, un estudio en animales mostró que alimentar a ratones con nueces, disminuía la tasa de propagación de las células cancerígenas de mama en un 80 por ciento y reducía el número de tumores en un 60 por ciento.
Estos resultados sugieren que agregar una ración de frutos secos a tu dieta todos los días puede reducir el riesgo de desarrollar algún cáncer en el futuro.
Aun así, se necesitan más estudios en humanos para determinar si las nueces son responsables de esta asociación o si hay otros factores involucrados.
RESUMEN
Algunos estudios han encontrado que una mayor ingesta de frutos secos puede reducir el riesgo de desarrollar cáncer. Investigaciones muestran que algunos tipos específicos, como las nueces de Brasil y las nueces, también pueden estar relacionados con un menor riesgo de desarrollar cáncer.
7. Aceite de oliva
El aceite de oliva está repleto de beneficios para la salud, por lo que no es de extrañar que sea uno de los alimentos básicos de la dieta mediterránea.
Varios estudios han encontrado que una mayor ingesta de aceite de oliva puede ayudar a proteger contra el cáncer.
Una revisión masiva de 19 estudios mostró que las personas que consumieron una mayor cantidad de aceite de oliva tuvieron un menor riesgo de desarrollar cáncer de mama y cáncer en el aparato digestivo, en comparación a las personas que tuvieron una ingesta más baja.
Otro estudio que analizó las tasas de cáncer en 28 países encontró que las zonas con una mayor ingesta de aceite de oliva tenían menores tasas de cáncer colorrectal.
Intercambiar otros aceites por aceite de oliva en tu dieta es una manera simple de aprovechar sus beneficios para la salud. Puedes rociarlo sobre ensaladas y vegetales cocidos, o intenta usarlo en los marinados de carne, pescado o pollo.
Si bien estos estudios muestran que puede haber una asociación entre el consumo de aceite de oliva y el cáncer, es probable que también haya otros factores involucrados. Se necesitan más estudios para observar los efectos directos del aceite de oliva sobre el cáncer en las personas.
RESUMEN
Varios estudios han demostrado que una mayor ingesta de aceite de oliva puede estar asociada con un menor riesgo de ciertos tipos de cáncer.
8. Cúrcuma
La cúrcuma o turmeric es una especia conocida por sus propiedades que mejoran la salud. La curcumina, su ingrediente activo, es un químico con efectos antiinflamatorios, antioxidantes e incluso anticancerígenos.
Un estudio analizó los efectos de la curcumina en 44 pacientes con lesiones en el colon que podrían haberse vuelto cancerosas. Después de 30 días, 4 gramos de curcumina al día redujeron la cantidad de lesiones presentes en un 40 por ciento.
En un estudio de laboratorio, se encontró que la curcumina también disminuye la propagación de las células de cáncer de colon, al dirigirse a una enzima específica relacionada con el desarrollo del cáncer.
Otro estudio de laboratorio mostró que la curcumina ayudaba a eliminar las células cancerosas de la cabeza y el cuello.
También se ha demostrado en otros estudios de laboratorio, que la curcumina es efectiva para desacelerar el crecimiento de las células de cáncer de pulmón, mama y próstata.
Para obtener mejores resultados, puedes incluir al menos de media a tres cucharaditas (1 a 3 gramos) de cúrcuma molida por día. Es recomendable usarla como especia para agregar sabor a los alimentos, combinarla con pimienta negra puede ayudar a aumentar su absorción.
RESUMEN
La cúrcuma contiene curcumina, una sustancia química que se ha demostrado que reduce el crecimiento de muchos tipos de cáncer y lesiones en estudios in vitro y en humanos.
9. Frutas cítricas
En algunos estudios, comer frutas cítricas como limones, limas, toronjas y naranjas se ha asociado con un menor riesgo de desarrollar cáncer.
Un estudio grande encontró que los participantes que comieron una mayor cantidad de frutas cítricas tuvieron un menor riesgo de desarrollar cánceres del tracto digestivo y vías respiratorias superiores.
Una revisión de nueve estudios encontró que una mayor ingesta de cítricos estaba relacionada con un menor riesgo de padecer cáncer pancreático.
Finalmente, una revisión de 14 estudios mostró que un alto consumo (o al menos tres porciones por semana) de frutas cítricas redujo el riesgo de cáncer de estómago en un 28 por ciento.
Estos estudios sugieren que incluir algunas porciones de cítricos en tu dieta cada semana puede reducir el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer.
Ten en cuenta que estos estudios no han tomado en cuenta otros factores que pueden estar involucrados. Se necesitan más estudios sobre cómo los cítricos afectan específicamente el desarrollo del cáncer.
RESUMEN
Los estudios han encontrado que una mayor ingesta de frutas cítricas podría disminuir el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer, incluyendo los cánceres de páncreas y estómago, junto con los cánceres del tracto digestivo y respiratorio superior.
10. Linaza
Con alto contenido de fibra y grasas saludables para el corazón, la linaza puede ser una adición saludable a tu dieta.
Según algunos estudios, incluso puede ayudar a disminuir el crecimiento del cáncer y ayudar a eliminar las células cancerosas.
En un estudio, 32 mujeres con cáncer de mama recibieron un panecillo de linaza por día o un placebo durante más de un mes.
Al final del estudio, el grupo que consumió linaza presentó una disminución de los niveles de marcadores específicos vinculados al crecimiento tumoral, así como un aumento en la mitigación de células cancerosas.
En otro estudio, 161 hombres con cáncer de próstata fueron tratados con linaza, lo que redujo tanto el crecimiento del cáncer como el número de las células cancerosas.
La linaza es rica en fibra, y otros estudios han demostrado que ayuda a proteger contra el cáncer colorrectal.
Puedes intentar agregar una cucharada (10 gramos) de linaza molida en tu dieta cada día, mezclándola en batidos, espolvoreándola sobre cereal y yogur, o agregándola a tus postres horneados favoritos.
RESUMEN
Algunos estudios han encontrado que la linaza puede reducir el crecimiento del cáncer en los cánceres de mama y próstata. También tiene un alto contenido de fibra, lo que puede reducir el riesgo de cáncer colorrectal.
11. Tomates
El licopeno es un compuesto que se encuentra en los tomates y es responsable de su color rojo vibrante, así como de sus propiedades anticancerígenas.
Varios estudios han encontrado que una mayor ingesta de licopeno y tomates podría reducir el riesgo de cáncer de próstata.
Una revisión de 17 estudios también encontró que una mayor ingesta de tomates crudos, tomates cocidos y licopeno se asociaron con un menor riesgo de desarrollar cáncer de próstata.
Otro estudio de 47,365 personas encontró que una mayor ingesta de salsa de tomate, en particular, estaba relacionada con un menor riesgo de desarrollar cáncer de próstata.
Para que aumentes el consumo, incluye una o dos raciones de tomates en tu dieta todos los días agregándolos a sándwiches, ensaladas, salsas o platos de pasta.
Aun así, recuerda que estos estudios muestran que puede haber una asociación entre comer tomates y un menor riesgo de desarrollar cáncer de próstata, pero no tienen en cuenta otros factores que podrían estar involucrados.
RESUMEN
Algunos estudios han encontrado que una mayor ingesta de tomates y licopeno podría reducir el riesgo de cáncer de próstata. Sin embargo, se necesitan más estudios.
12. Ajo
El componente activo del ajo es la alicina, un compuesto que se ha demostrado que elimina las células cancerosas en múltiples estudios de laboratorio.
Varios estudios han encontrado una asociación entre el consumo de ajo y un menor riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer.
Un estudio de 543,220 participantes encontró que aquellos que comían muchos vegetales como el ajo y las cebollas, entre otros, tenían un menor riesgo de cáncer de estómago en comparación con aquellos que rara vez los consumían.
Un estudio de 471 hombres mostró que una mayor ingesta de ajo se asoció con un menor riesgo de cáncer de próstata.
Otro estudio, encontró que los participantes que comían mucho ajo, así como frutas y vegetales, tenían menos probabilidades de desarrollar tumores colorrectales. Sin embargo, este estudio no aisló los efectos del ajo.
Con base en estos hallazgos, incluir de 2 a 5 gramos (aproximadamente un diente) de ajo fresco en tu dieta por día puede ayudarte a aprovechar sus propiedades para la salud.
Sin embargo, a pesar de los resultados prometedores que muestran una asociación entre el ajo y un menor riesgo de desarrollar cáncer, se necesitan más estudios para examinar si otros factores influyen.
RESUMEN
El ajo contiene alicina, un compuesto que se ha demostrado que destruye las células cancerosas en estudios de laboratorio. Los estudios han encontrado que comer más ajo podría reducir los riesgos de desarrollar cáncer de estómago, próstata y colorrectal.
13. Pescado graso
Algunas investigaciones sugieren que incluir algunas porciones de pescado en tu dieta cada semana puede reducir el riesgo de desarrollar cáncer.
Un estudio grande mostró que una mayor ingesta de pescado se asoció con un menor riesgo de cáncer del tracto digestivo.
Otro estudio que dio seguimiento a 478,040 adultos encontró que comer más pescado disminuía el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal, mientras que las carnes rojas y procesadas aumentaban el riesgo de padecer dicha enfermedad.
En particular, los pescados grasos como el salmón, la macarela y las anchoas, contienen nutrientes importantes como la vitamina D y los ácidos grasos omega-3 que se han relacionado con un menor riesgo de desarrollar cáncer.
Por ejemplo, se cree que tener niveles adecuados de vitamina D protege contra el cáncer, además de reducir el riesgo de desarrollarlo.
De igual forma, se cree que los ácidos grasos omega-3 bloquean el desarrollo de la enfermedad.
Puedes incluir dos porciones de pescado graso por semana para obtener una abundante dosis de ácidos grasos omega-3 y vitamina D, y así maximizar los beneficios potenciales para la salud de estos nutrientes.
Aun así, se necesita más investigación para determinar cómo el consumo de pescado graso puede influir directamente en el riesgo de cáncer en humanos.
ENTONCES
El consumo de pescado puede reducir el riesgo de desarrollar cáncer. El pescado graso contiene vitamina D y ácidos grasos omega-3, dos nutrientes que se cree protegen contra el cáncer.
En conclusión
A medida que continúan surgiendo nuevas investigaciones, se ha vuelto cada vez más claro que tu dieta puede tener un impacto importante en tu riesgo de desarrollar cáncer.
Si bien hay muchos alimentos que tienen potencial para reducir la propagación y el crecimiento de las células cancerosas, la investigación actual se limita a estudios de laboratorio, en animales y de observación.
Se necesitan más estudios para comprender cómo estos alimentos pueden afectar directamente el desarrollo del cáncer en los seres humanos.
Mientras tanto, es una apuesta segura que una dieta rica en alimentos integrales, combinada con un estilo de vida saludable, mejorará muchos aspectos de tu salud.